{ A por el noveno mes de embarazo }

{ A por el noveno mes de embarazo }

Finalmente una llega al noveno mes de embarazo con un panzón de campeonato, ya cansada de tanto meneo, y más si ya tienes un primer hijo al que ir detrás todo el día el cansancio se duplica, y en mi caso de golpe me fatigo un montón. Hace un mes subía las escaleras tan ricamente y ¡hoy al quinto escalón ya resoplo!

Las contracciones de Braxton Hicks se hicieron presentes hace semanas, pero desde la semana 36-37 son más continuas e intensas, y estos últimos días parece que en algún momento puede empezar el parto, pero luego se estancan y nada de nada. ¡Así que el cuerpo ya se prepara para en GRAN DÍA! He tenido ya contracciones moderadas y largas, pero aun no era el momento, estoy con la L de prácticas y el tema aun no avanza… 🙂

Esta vez he estado tan liada con mil cosas y tan tranquila por otra parte que no me puse a preparar nada para el parto hasta la semana 36, la ropita de mi retoño la tuve lista la semana 37 y la bolsa de «por si acaso» tenemos que ir al hospital hasta la semana pasada, la 38. Esta semana (la 39) estoy pintando de blanco un moisés precioso que me regalaron Natalia & Jonatan este verano, es de madera antiguo y se balancea. Me dio por pintarlo de blanco ¡así que estoy manos a la obra! Cuando fui a su casa por primera vez, su pequeña Enís acababa de nacer e iba a fotografiarla, lo tenían en el salón y me enamoré de él. Lo usaron sus dos pequeños, Izan también… Es muy bonito saber que ha tenido una larga vida. Luego cuando volví casi al año me lo ofrecieron y no me pude resisitir… ¡me lo llevé!

El NOMBRE. ¡Finalmente tenemos ya dos nombres finalistas! Después de tanto darle vueltas a los nombres de niña sin ninguno claro… mi pequeña Martina eligió hace 15 días el nombre de Carlota, si es niña. Está convencidísima que es niña y que se llama Carlota… jeje Quién sabe, ¡los niños tienen ese polvo de estrellas! Y ya hace meses que el de niño lo teníamos claro, si es niño mi marido eligió Nil, así se hubiera llamado ella si hubiera sido niño, así que jugaba con ventaja. ¡Gracias a Dios ya tenemos dos nombres!

En mi primer embarazo no me hice ni una foto decente… después pasé a dedicarme a esto en cuerpo y alma. ¡Y ésta vez no lo he dejado pasar! En la semana 36 conocí a Sara Mey, una fotógrafa estupenda, con quién congeniamos mucho y ¡no tardaremos en visitarla de nuevo! Porque los fotógrafos nos encontramos en estas tierras movedizas 🙂 Si nosotros fotografiamos a familias, niños, recién nacidos… ¿Quién nos fotografía a nosotros? ¡Una difícil decisión! Aquí os dejo unas instantáneas.

¡No dejéis pasar vuestros embarazos sin una fotografía bonita! Yo me arrepentí mucho la primera vez…

IMG_6483

 

IMG_6576

 

IMG_6636

En la semana 36 también empecé clases de Yoga y Natación, ambas para embarazadas. He tenido un embarazo tan movido que no había tenido ni un minuto de tiempo para mi misma. Necesitaba conectar con mi «Yo Embarazada» y con mi bebé. Recuerdo que en la primera clase de Yoga con Anna Santos de MummyKi en Sant Cugat del Vallés (100% Recomendable) me emocioné, casi sin enterarme entré en un plano mental de relajación y de conexión conmigo misma y con mi hijo/a que sentí como poco a poco las lágrimas me resbalaban mejillas abajo (Luego me ha sucedido en casi todas las clases). Y es que lo necesitaba, no me sentí embarazada como con Martina en ningún momento, no plenamente consciente de mi estado y de la vida que llevaba dentro. El trabajo no me dejó, las semanas pasaron volando hasta que llegué al octavo mes. Y de repente necesité un parón.

Llevo más de un mes con dolores en la pelvis/cadera, musculares y óseos. Mis comadronas estaban muy contentas por ello, jeje… Porque quería decir que ya se iban abriendo las caderas preparándose para dar paso a mi bebé el día D… Pero hombreeeee… un mes y pico antes con estos dolores no hacía falta… ¿no? Con unos días antes hubiera sido suficiente…  La verdad es que me duele ya todo. Ahora ya en serio. ¡Y los últimos días se te hacen largos!

Sigo con mi insomnio y mis ardores matutinos, hoy vuelvo a escribiros de madrugada 🙂 No hay manera de dormir más de dos noches del tirón. Esto es agotador. Te levantas a hacer un pis, luego no puedes dormirte, te entran los ardores, te incorporas… Y ya está liada la noche.

Hace dos semanas fue la última reunión de PRE-PARTO en Néixer a Casa (Las comadronas que me llevarán el parto en casa nos dan las clases de Pre-Parto en Barcelona). Después de la clase, las mamás era como si no quisiéramos irnos, cómo si algo nos uniera allí y no nos dejara irnos a casa. Ya se había acabado todo, ya lo siguiente era esperar a que nos llegara el día a cada familia. Y así ha sido, ya han nacido 4 hasta la fecha de hoy, ¡y me da que la siguiente soy yo!

En las semanas 36 y 38 vinieron a casa las comadronas de NaC a visitarme, revisamos todos los análisis previos, las ecografías, informes, cribajes… Me tomaron la tensión junto con Martina, ¡me da que será comadrona! Yo me derretía al verla tan atenta… Y me midieron la altura del útero, la última vez medía 35 cm. Luego estuvo un rato jugando con el centímetro arriba y abajo 🙂 ¡si es que tengo un SOL en casa! Escuchamos como latía el corazón de Carlota o Nil y Martina estaba alucinada… Repasamos todo lo que necesitaré para el parto. Ya la siguiente visita de la semana 39 será mañana Jueves que se publicará el post 🙂

Y hay opiniones de todo tipo, tantas como colores… Cómo decía María en otro post anterior… ¡LOS OPINÓLOGOS! Los que están de acuerdo pero no, los que se echan las manos a la cabeza, los que quieren infundirte miedo, los que no están de acuerdo, los que sí… Pero todos opinan. Pero en fin, éste embarazo y parto han sido muy buscados y queridos de esta manera y  los únicos que debemos estar realmente seguros de lo que queremos o no somos mi marido y yo. Que por eso somos una familia plena y consciente de lo que hacemos o queremos hacer.

Ver nacer a nuestro segundo hijo o hija en casa, en nuestra intimidad, nosotros solos. Pasarlo juntos y estrechar lazos. Vivir la experiencia plenamente y conscientemente. Sentir que has traído tú (nosotros dos) esta criatura al mundo. Y amarla solo nacer de ti. Pasar todo el proceso con o sin Martina, ella decidirá. Es una necesidad emocional que llevo dentro. El no pasar por esta vida como espectadora sino como persona activa. No perderme un momento tan duro pero bonito a la vez, por seguir a la sociedad en la que vivimos, por el qué dirán o por el qué pensarán, no vale la pena. Al fin y al cabo todos pasarán por tu vida y se irán, y nadie la vivirá por ti. No quiero ser una abuelita y pensar que me perdí el parto de mis hijos por seguir a un ginecólogo que me programó una cesárea innecesaria, por creerle y no buscar otro camino. O bien porque mis padres o familia no hubieran estado de acuerdo. Muy triste, ¿no?

Cuando te haces mayor y adulto tienes que seguir tu corazón, y ser responsable de tus actos y decisiones. Cualquier decisión es buena si tu la crees así. ¡Así que a por todas!

Ya quedan pocos días u horas, quién sabe. En cuanto mi cuerpo se sincronice con el de mi bebé empezará la siguiente fase de ésta aventura tan bonita, la danza. La verdad es que ya tengo ganas… ¡Sobretodo de saber que es! Empezó este verano y ya ha pasado el otoño, Navidades, Reyes, Semana Santa… Vaya, ¡que no me haga ya esperar mucho más!

 

¡Feliz día!

Paula



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.