Las primeras 12 semanas con Martina

Las primeras 12 semanas con Martina

La verdad es que desde que volvimos del Hospital de Terrassa por segunda vez… hasta que Martina tuvo unos 3-4 meses lo recuerdo todo un poco borroso, intenso, increíble, alucinante, una sensación plena, acontecimientos en cadena, un no parar, un amor incondiconal, pediatras, un cuerpo que no era el mío, sacaleches, mastitis, bibes, pero lo mejor de todo…

¡¡¡Martina era una realidad!!!

 Pero vamos a ver… vayamos por partes… o por temas…

Relactar-Mastitis-Cólicos-Masaje contra los cólicos-Bajas laborales-etc…

Al volver del hospital fui varios días a clases de lactancia, pero Martina YA no estaba por la labor (no es que no lo hubiera estado nunca… Y eso es lo que más me duele aun hoy.. 20 meses después)… como última opción la matrona me explicó cómo relactar a Martina y qué necesitaba para ello (a parte de paciencia)… Un relactador… ¿Qué es un relactador? Eso me pregunté yo…

Relactar

Es cuando una mujer que ha interrumpido la lactancia de su hijo, recientemente o en el pasado, quiere volver a producir leche para su propio hijo o para uno adoptado, incluso sin un embarazo adicional.

En un sentido amplio, también se denomina RELACTAR a cuando una mujer, tras haber introducido suplementos de fórmula en la alimentación de su hijo, quiere volver a la lactancia materna exclusiva.

Un relactador es esto: Un recipiente donde poner la leche (tuya o artificial), del cual salen dos cánulas muy chiquititas, una para cada pecho, y mientras el bebé succiona tu pecho toma leche seguro, así no pierde el instinto de que mamando se consigue alimento. Poco a poco se podrá ir retirando hasta que el bebé esté bien agarrado y succione bien.

En ese momento lo vi muy difícil, aunque hoy en día pienso que debería haberlo intentado. Pero finalmente opté por sacarme leche. Sí me saqué leche casi 20 semanas, 5 meses. En ese momento me pareció más fácil que el relactador, aunque nunca sabré si hubiera funcionado y en cuanto tiempo la hubiera tenido agarrada al pecho sin ello. Por mi (pero sobretodo por mis hormonas) hubiera seguido más de 5 meses, pero ya no pude más. Me supo fatal, sí. En realidad me compré la pastilla para cortarme la leche  y no fui capaz de tomármela hasta 2 semanas después. La verdad es esa. Ese remordimiento existe.

Fue bastante costoso… Tuve días que buscaba y buscaba info donde fuera para poder sacarme más leche aun, ya que las crisis de crecimiento (semanas en las que el bebé necesita más alimento) hacían que le diera suplementos de leche artificial. Me dieron en el CAP, la enfermera de pediatría, unos sobres que te ayudaban a producir más leche llamados PROMIL, aunque a mi no me funcionó mucho. Por mucha fe que le pusiera… nada (Hay mamás a las que sí, ¡Ojo!).

Finalmente seguí mi instinto… ¿Qué hace una mamá cuando su bebé le pide más? Ponérselo más al pecho, ¿no? Pues yo hice lo mismo… Sí señoras… Me puse alarmas cada 2,5h, de día y de noche, para no saltarme las tomas, y sacarme más leche. Me inventaba tomas entre medio de las que daba a Martina para sacarme más leche y que mi cuerpo se acostumbrara a ello. Y eso me funcionó. Eso y ponerme al pecho a Martina cada día, que aunque no me quisiera (eso es lo que yo pensaba y sentía… esas hormonas…) y llorara, eso me hacía producir más leche aun. Al menos el 80-90% de lo que tomaba Martina al día era mío. Con eso yo estaba tranquila, es más, estaba contentísima, lo estaba consiguiendo y eso me daba tranquilidad emocional. Si ahora me preguntas si volvería a hacerlo… No lo se. Creo que sí. Pero las hormonas post-parto son las que mandan.

Probé 3 sacaleches… y de lejos el mejor es el ¡¡¡MEDELA SWING!!!

Por si no has podido dar pecho pero quieres seguir este camino… éste es el mejor. Lo compré en Prenatal. Es el mejor porqué te hace extracción en 2 fases, imitando al bebé:

Los estudios han demostrado que los bebés maman de forma natural en 2 fases

  1. Inicialmente succionan rápido y suave: para estimular el reflejo de eyección de la leche (REL) y que la leche comience a fluir.
  2. Una vez que se ha estimulado suficientemente el pecho, cambian a una succión más lenta y profunda para la fase real de alimentación: para conseguir la mayor cantidad de leche lo más rápido posible.

 

 Bueno… hasta tuve un inicio de mastitis sacándome leche… qué dolor… el pecho como una piedra… rojo… caliente… bufff… Y me fui a la farmacia. Allí me dieron CASENBIOTIC (y mano de santooooo), família del REUTERI tan conocido para los recién nacidos y sus cólicos… Ambos son PROBIOTICOS… Te cuento un poco como funciona:

No sé si has oído hablar de los probióticos y de los prebióticos….

Probióticos: Casen biótic forma parte de los probióticos. Los probióticos son aquellos en los que existen bacterias que refuerzan nuestro sistema inmunitario frente al ataque de otras bacterias no beneficiosas, como las que se encuentran cuando hay una mastitis. En nuestra leche en el pecho hay azúcar y otras substancias que sirven de alimento para las bacterias, así que hay compentencia entre «bacterias malas» y «bacterias buenas» por la comida, si ingerimos Lactobacillus Reuteri (=casen biotic) ganan las buenas y se comen el alimento disminuyendo así el alimento de las patógenas, las que te crean la infección.

Prebióticos: Son aquellos alimentos que estimulan el crecimiento de los probióticos. Es decir, de darle unas condiciones para que crezcan bien, como por ejemplo el yoghourt.

Por otra parte… Martina tuvo cólicos. No muchos ni muy fuertes, pero finalmente le di Reuteri, allí casi acabaron sus cólicos. Luego poco a poco le fui retirando las gotas hasta que un día no volvieron.

Reuteri gotas es un prebiótico de Lactobacillus Reuteri Protectis. Se ha demostrado en estudios científicos que es eficaz para reducir el llanto y los cólicos de los bebés porque: ayuda a regular la digestión de tu bebé, reduce el estreñimiento y alivia el dolor abdominal: reduce su intensidad y frecuencia.

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Buenooooooo…

Y ahora viene una parte muy bonita… El inicio de mi aventura Fotográfica…

Ya embarazada pensé en hacerle una sesión de fotos a Martina, de recién nacida. Unas fotos para recordar siempre el bebé que tuve, esa pequeña que salió de mi, y que en aquel entonces aun eramos dos en una… Busqué y rebusqué qué tipo de fotografías buscaba para ella. Para hacérselas yo misma… Aunque en ese momento la fotografía para mi era aun un hobby.

Pasaron las semanas y cada vez veía menos claro la opción de hacérselas yo misma, primero porque yo no había hecho nunca aun fotografías a recién nacidos…(y os prometo que es muy complicado, ahora que lo se…) ¡¡¡y no podía practicar antes!!! Y segundo… Yo no hubiera salido en las fotos… jejeje

Entonces contacté con Gemma Sivill, una fotógrafa genial y además estaba embarazada (mamá de una pequeña preciosa en estos momentos)… Finalmente, a los 15 días justos de vida… Tal y cómo me aconsejó ella… ¡¡¡Vino a casa y voilà!!! (las demás las guardo para miiii)

 

 …A pesar de verme rara, gordita, cambiada… Tengo mis preciosas fotos con mi princesita y eso es lo que cuenta… Que estábamos sanas y serán nuestros recuerdos.

Me rondó la idea de fotografiarla varios meses… Pero estaba tan ocupada con Martina que no sabía ni dónde tenía guardada mi cámara… Hasta que ella cumplió sus 5-6 meses… ¡¡¡Entonces la encontré (no fue difícil, estaba en su sitiooo) y la desenfundé!!! Y hasta el día de hoy no ha descansado… jejeje

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Vivía en mi mundo. Lo que pasaba fuera de mi casa… ¡¡¡a mi plim!!! Lo que daban en las noticias… nada interesante. Solamente me interesaba todo lo relacionado con bebés. Programas  como el de «Un bebé por minuto», eran de lo más interesante…

Mi grupito de Mamis 2.0  eran lo mejor, cualquier duda, cualquier bajón, cualquier cosa que te pasara por la mente… ¡¡¡Siempre estaba allí!!! Recuerdo que lo primero que les pregunté fue… ¿Cómo le saco los mocos a Martina? jejeje estaba tan verde… jejeje Y nada, descubrí… ¡¡¡el Aspirador Nasal!!! Madre mía… hasta ahí os leeré… jejeje

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Recuerdo llegar siempre tarde al pediatra, a un café con mamis y a cualquier parte… Era una odisea salir de casa… Recuerdo estar lista para salir y Martina romper a llorar… ¿Hambre o qué? Nada… a darle de comer… A punto de salir… y… oh ohhhh… huele a chamusquina… una CACA-ACCIDENTE le nombrábamos las mamis… a punto de salir… ¡¡¡y finalmente salíamos!!! mínimo media hora tarde llegábamos siempre… jejeje De hecho, cuando decíamos nos vemos a las 11h en el Viena del centro de Terrassa, queríamos decir… ¡¡¡A PARTIR DE LAS 11h!!! Y íbamos llegando a cuentagotas 🙂

¡¡¡Bendito Viena!!! Por 1,55€ te aseguras un rincón con sofás, tranquilo, junto a tus compis, donde caben los carritos perfectamente y si llegabas antes de las 12h… ¡¡¡Premioooo!!! El croasancito de regalo 🙂 Y hoy en día, lo mismo, y como la bebé ya es más mayorcita te dan… ¡¡¡el globo, los colores alpino, la cartulina para colorear y la piruleta!!! Todo en uno por un euro  y poco. ABSOLUTAMENTE GENIAL.

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Fui a clases post-parto dónde realizábamos clases de masaje infantil para la relajación y para mejorar los cólicos del lactante (vídeo), y hacíamos ejercicios para mejorar el suelo pélvico de cada una, como los ejercicios de Kegel. También fui a las de lactancia, sin éxito, como ya sabéis.

 

Y a parte de todo esto, lo mejor es seguir NUESTRO INSTINTO MATERNAL NATURAL, que tantos siglos nos ha servido y sin ayuda de nadie. Cierto es que antes las familias vivían más unidas, casi juntas. Que siempre había una hermana, prima, tía o vecina embarazada y todos hacían de tíos y padres, y por lo tanto una era primeriza pero no tanto. Y además la ayuda estaba allí.

Hoy en día se supone que debemos ser mujeres independientes, currantas y que podemos con todo, vaya. Yo recuerdo no querer la ayuda de mi madre o suegra, porque me gustaba que vinieran a verme, sí, pero en «modo visita», nada de cuidarme. Y ahora que lo pienso… ya podría haberme bajado del burro antes y haberme dejado cuidar y querer. Y llorar en sus hombros. Porque si no fue así es porque yo no quise. ¿Eso debería ser así? o ¿Es el resultado de ese FEMINISMO que ha llegado a oleadas en las últimas décadas? Esas niñas educadas para ser unas súper universitarias y grandes profesionales… y que luego «suspenden» en ser madres… o eso es lo que les parece… Ya ni te digo, si además debes dejar a tu bebé con 4 meses en la guardería, porque debes trabajar para ganarte el pan y pagar la guardería. Para eso quédate en casa y te ahorras la guardería y todos los gastos que suponen ir a trabajar (gasolina, ropa y demás…) y vives sin gastar un euro por unos meses más. De casa al parque y del parque a casa… ¡¡¡pero más feliz que una perdiz!!! Con tu bebé, esa cosita tuya, tan deseada y que no querrías separarte de nunca de ella… (pero no te engañes… llega el día que necesitas un poco de aire…) Dejemos de soñar… La verdad… NUESTRAS BAJAS MATERNALES DEBERÍAN SER MUCHÍSIMO MÁS LARGAS, como en los países nórdicos y además asegurarte el sueldo y el puesto de trabajo al volver. Y además… por favor… esa conciliación familiar inexistente una vez llegas al trabajo… Pero Señoras, esto es España. ¡¡¡Deberíamos levantarnos y gritar!!! ¿O es que nuestro Señor presidente se crió solo por arte de magia? ¿Y l@s minostr@s? Me da que no… Espero que de aquí a que les toque a nuestros hijos pueda cambiar la cosa.

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Las primeras semanas no son nada fáciles, un bebé que llora a todas horas y no sabes porqué… jejeje Y mira que Martina no lloraba, ni llora casi nunca… Recuerdo salir de casa a horas tardías… como siempre. Y cuando Martina se dormía volver tan pancha hacia casa… a preparar la comida, hacer lavadoras… Y llegar al portal, picar el ascensor… ¡¡¡Y abrírsele los ojos como naranjas!!! Y volver a salir a la calle pitandooooo… porqué necesitaba esos minutitos de relax… sin ruiditos… Sisi, sonará fatal… a mala madre… pero llega un momento que no puedes máaaaaaaaaas… Y haces barbaridades… Yo llegué a pasarme semáforos en naranja para no oírla llorar si se paraba el coche… El estrés era tal… que apretabas el acelerador. Lo admito.

Recuerdo otro episodio. Creo que Martina tendría como 2-3 meses, no lo se. Una noche fatídica, sin parar de llorar. Nada servía ni le ayudaba. Me senté en la cama, la cogí de los «sobaquillos» y mientras seguía llorando la miré y con la voz rota le repetía… ¿Qué te pasa pequeña? ¿Qué te pasa pequeña?… Y me preguntaba a mi misma una y otra vez… ¿Paula va a ser así toda tu vida? No puede durar para siempre, ¿no? ¿Dónde te has metido Paula? Yo no puedo seguir así…

Hay días y semanas que pasan muy lentamente.

Otro episodio fue el siguiente, este marcó mi maternidad: Una noche castigué a Martina a dormir en el pasillo. Eso es muy fuerte, a un bebé de 2-3 meses no se le puede castigar en el pasillo. Yo recuerdo no poder más. Y sin más le dije: «Muy bien, hoy duermes en el pasillo porque no puedo más Martina». Saqué el moisés al pasillo (justo detrás de la puerta de mi habitación…) y volví a la cama mientras ella lloraba. Duró 30 segundos. 30 segundos eternos. Me sentí tan mal. TAN MAL. Que la cogí en brazos, la llevé a la sala, la arropé y le pedí perdón tres mil y una veces. Una detrás de otra. Y me juré y perjuré no hacer nunca más algo parecido. Lloré mucho y me sentí fatal. Supongo que esa noche nos dormimos juntas como muchas otras. No estoy nada orgullosa de este punto. Y ni mucho menos me ha gustado exponerlo, pero para que veáis hasta que punto podemos llegar. Y no estamos locas. Somos mujeres y en estos momentos debemos pedir ayuda a nuestras parejas…

Otro episodio… éste en la farmacia… Le pedí alguna cosa para poder dormir, llorando de necesidad… y la farmacéutica no pudo darme nada porque daba el pecho. Y me recalcó que debía dormir cuando la niña durmiera… Pero yo no podía, cuando ella dormía de día no podía, cualquier ruidito suyo me hacía estar alerta y no cerraba ojo. Pero recuerdo que la farmacéutica casi se pone a llorar conmigo…

***

Pero poco a poco va saliendo el sol cada día más.

Días precisos junto a tu pequeño, sus primeras risas, dedicadas a ti exclusivamente. A su mamá.

Momentos de juegos en la cama, sus primeras croquetas (girarse de arriba a abajo) con ayuda… Momentos con papá inolvidables… Recuerdo a Pere CADA NOCHE hacer volar a Martina como SuperMan… jejeje ¡¡¡Me moría de la risa!!! La agarraba por la barriguilla, `panza abajo´… Y le cantábamos… Tan tacháaaaaaaaaaaan tatatatatatacháaaaaaan… super martiiiiiiiiiina, supermartiiiiiiiiina… jejeje y la hacía como que volaba… cosas de papás…

Horas y horas mirándola mientras dormía, angelitoooo…

¡¡¡Era la mujer más feliz del mundo mundial!!!

***

Finalmente y después de 3-4 pruebas en Sant Joan de Deu… Dio 100% positiva la prueba de audición en ambos oídos. Recuerdo pasar esos meses contentísima con mi niña, pero estar de bajón muchos días pensando en eso.  Muchas lloreras también… Ayyyy yo llorando… Madre mía… Pero es que te toca la fibra, es muy muy duro. Y el día que nos dieron el 100% positivo respiramos hondo. Allí sí que lloré… buffff… lo saqué todo. Todos los nervios de esos meses. ¡¡¡Y luego ya lloraba de alegría!!!

Seguro que me dejo mil cosas…

Mil anécdotas más que se quedan en el tintero…

Pero al menos estas quedan aquí, para que Martina las lea un día y sepa que yo estoy y estaré aquí con ella para todo lo que necesite. Que es mi princesa y la AMO CON LOCURA.

El camino no es fácil, pero es el mejor sendero a seguir del mundo entero. Siempre que sea contigo.

{ Nos vemos en el siguiente POST }

Paula

Ya me contaréis vuestras primeras semanas… 😉

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