Etiqueta: parto

El parto CESÁREA de Aza, Roger venía de nalgas

El parto CESÁREA de Aza, Roger venía de nalgas

A Aza la conocí esplendorosa, quedaba menos de un mes para que Roger llegara a éste mundo. En aquel entonces aun iba a fotografiar de casa en casa y allí la conocí, en la suya. Estaba tranquila y radiante, con una súper melena rubia y 

Cuando la vida te sorprende, El parto natural de Leo

Cuando la vida te sorprende, El parto natural de Leo

Carlos y Sílvia vinieron a verme el pasado mes de julio, pues Leo estaba por nacer en agosto… Estaban radiantes de ilusión, un poco nerviosos, mil dudas rondaban por sus cabezas, se miraban con ternura y abrazaban juntos esa panza tan hermosa que ya llegaba 

¿Sabes qué son los ENTUERTOS del postparto? Te interesa saberlo…

¿Sabes qué son los ENTUERTOS del postparto? Te interesa saberlo…

En mi primer embarazo no sabía qué eran los entuertos, y me encontré con ellos sin saberlo… ¿Porqué nadie habla de ellos? ¿Porqué nadie te avisa de lo que son? Ni en los cursos de pre-parto, ni las comadronas, ni tu ginecólog@…

Bien yo os lo explico para que no os encontréis con ellos de repente, y sepáis que es una cosa normal que nos pasa a todas. Cómo siempre hablo desde mi conocimiento y cada mujer es distinta. Cada una los pasará de diferente manera e intensidad. Unas igual ni los notan y a otras les irá la vida en ellos…

Los entuertos se producen una vez ya has tenido a tu bebé. Cuando crees que ahora ya todo será un camino de rosas… ¡Llegan de golpe!

Cuando tenemos a nuestros bebés y después alumbramos la placenta, resulta que nuestro útero tiene un tamaño descomunal, comparado a su tamaño habitual cuando no estamos embarazadas. Bien pues nuestro queridísimo útero tiene que volver a su tamaño a marchas forzadas… Así que, dependiendo de cada mujer, empieza a  contraerse y a contraerse… ¡de manera muy dolorosa!

¿Más que un dolor de regla? Para unas sí y para otras más o menos… ¡Para mi fue más que un dolor de regla! Era dolorosísimo…

Después de mi primer parto los entuertos me dolieron un montón, pero recuerdo que eran espaciados y moderados… Pues los entuertos se producen cuando más oxitocina produces. Es decir, en el momento en que das pecho a tu bebé. Ocurre porque la succión de los pezones produce un efecto reflejo en el útero, que hace que se contraiga con más rapidez. Resulta que Martina succionaba lentamente y a tomas más espaciadas, y las fui pasando más o menos bien. Me retorcía un poco pero las aguantaba.

Pero con Carlota… mi pequeña succionaba bien fuerte y se pasaba el día en la teta, así que en menos de 36h tenía el útero en su sitio y la subida de leche a punto. Ya podéis imaginar lo que me dolía, en cuanto me venía un entuerto… ¡hasta chillaba! Fue horroroso… 🙁 Yo me agarraba a una almohada bien fuerte e intentaba respirar hondo poco a poco…  ¡Al segundo día me tomé un par de calmantes y todo!

Y además, ésta vez las comadronas me explicaron que con el segundo hijo es peor, porque el útero ya está dado de sí del primer hijo, y el esfuerzo que tiene que hacer para volver a su lugar es mayor. Y con el tercero peor… Y así sucesivamente.

Es algo por lo que debemos pasar, ¡pero os aseguro que yo no tenía ni idea de lo que eran! Así que cuando os encontréis con ellos, ya sabéis lo que son. Os dolerán, ¡pero también sabéis que pasarán! En máximo unos 3 o 4 días ya no tendrás más…

¡Un abrazo bien fuerte leonas!

Paula

El (Duro) Inicio de la Lactancia Materna

El (Duro) Inicio de la Lactancia Materna

23 de Abril de 2015 Carlota nació a las 16:56h de un feliz día de Sant Jordi, después de un parto rápido y fácil de apenas dos horas y pico (asombrosamente muy distinto al anterior, de más de 24h… ). Yo pensé que al nacer 

AMADA CARLOTA, Esperándote…

AMADA CARLOTA, Esperándote…

Hoy os traigo un post distinto. Un post muy especial, pues ya tengo parte del material del parto de Carlota, y me apetece un montón compartirlo con vosotr@s. Fue un día muy especial, dos horas intensas y que no olvidaré jamás. Nuestro bebé venía en camino 

Y Carlota nació entre los suyos, en casa… 

Y Carlota nació entre los suyos, en casa… 

Los últimos días de mi segundo embarazo se hicieron eternos…

Estaba ya en la semana 41+4, hacía un par de días que no quería ni salir a buscar a mi hija a la guardería, pues cada día te preguntan que si aun no ha salido el bebé (¿Es que acaso no se nota?)… Y todo el mundo estaba dispuesto a darte consejos… que hagas esto o aquello… Que si sexo, infusiones de canela, caminar, bajar escaleras… En fin…

23 de abril de 2015

A media mañana llegó mi madre a casa y me desmoroné, empecé a llorar, estaba saturada ya de tanto embarazo y otros temas… Las hormonas hicieron que lo sacara todo y luego me relajara. A medio día le di de comer a Martina e intenté que se durmiera entre contracciones leves. Media hora después, serían las 14h, llegó mi marido y ya le pedí que se llevara a nuestra princesa en coche para ver si así se dormía, que yo ya no podía y creía que estaba de parto, iba a llamar en breve a las comadronas de Néixer a Casa.

Después de varios whatsapp’s con ellas, se pusieron en marcha, ya venían a casa. Las contracciones fueron cada vez a más, ya cada 3 minutos, 2 minutos… ¿ Y si no llegan? Bueno, empecé a bajar persianas, mi marido a encender velitas y a poner música relajante.

Llegaron las comadronas sobre las 14:40h… Justo antes entraba mi marido con Martina dormida en brazos… Ellas empezaron a preparar todo, a tapar el sofá y alfombras, trajeron la silla-taburete de partos, prepararon infusiones para el posparto… Luego comimos juntos, unos más y otros menos…

Empecé con contracciones más espaciadas pero más subidas de tono, como mejor las pasaba era de pié, rotando las caderas y los brazos hacia arriba, no se… me salía solo. ¡Entre una y otra iba comiendo fuet, y bebía zumo…! Qué gusto poder estar en casa en estos momentos y compartirlos con tu marido y las comadronas, todo queda en casa, entre risas y contracciones…

Entre una y otra miraba el móvil, ya que Gemma Sivill, la fotógrafa que fotografió a Martina a los pocos días de nacer estaba de camino e ¡¡¡iba a fotografiar el parto de mi segundo bebé!!! También el equipo de Tve (Televisión Española) estaba de camino, pues se pusieron en contacto con las comadronas y entre las parturientas del mes de abril decidieron (si yo estaba conforme) que me grabaran a mi, por haber ya tenido un primer parto vaginal.

Yo estaba súper tranquila en casa con mis contracciones  ya más intensas cuando llegaron primero unos, Alicia y el cámara, y después Gemma… Casi ni me di cuenta, ya que empezaba a estar dentro de mi mundo, absorbida por el parto, entre gritos (o cantos como lo llaman) y contracciones. De golpe me colgué literalmente de la barandilla de la escalera, fue instintivamente, pues de esa manera relajaba las piernas y hacía fuerza con los brazos, y relajaba las caderas dando paso a que el bebé bajara por su propio peso, poco a poco… Probé la pelota… ¡Y pegué un salto! Definitivamente no iba a servirme… Volví a la escalera….

Después de una de las contracciones, miré a las comadrones y les pregunté si iban a montar la piscina… ¿Y si creían que me faltaban horas aun? Entonces se levantaron de golpe y empezaron a montar la piscina de partos, pues no recordaban que la había pedido… 🙂 Sí, claro que sí ya la montamos, me dijeron, pensábamos que querías un parto seco, ¡¡¡igual ya ni llegamos!!!

Entonces en unos 20 minutos la tuvieron lista y entre dos contracciones pude meterme dentro. Me puse de rodillas agarrada a un extremo de la piscina, pues la naturaleza me lo pedía así. Y mi marido se sentó delante mío en un taburete. Amo ese instante en el que me abrazó. Él estaba conmigo en todos los sentidos. Me sentí arropada, segura de mi misma, juntos habíamos empezado este camino y juntos íbamos a terminarlo.

De los periodistas y de la fotógrafa ni me acuerdo, no los vi en todo el parto. Estaban allí, pero tan respetuosos y silenciosos que no sabía ni dónde estaban.

Las contracciones fueron subiendo más y más, se acercaba el momento sin yo saberlo, empecé a gritar más fuerte, y al pasar una de ellas vi a Alicia que me preguntaba «¿Qué sientes en estos momentos?» Y al querer contestarla, grité «¡¡¡¡que viene otraaaaaaaaa!!!!» Y volví a desaparecer entre mi mundo de parturienta, respirando tranquilamente entre contracciones, pues al menos sabía cuando iban a llegar y sobretodo, sabía que iban a terminar y podría respirar de nuevo… Tranquila, entre los brazos de mi marido.

{ Mi gran miedo era tener que pasar por una inducción como en el parto de Martina, pues fueron tan fuertes y tan seguidas las contracciones que ni un segundo de respirar tenía. Me subí por las paredes literalmente y grité como una leona, FUE EL MAYOR DOLOR QUE HE SUFRIDO NUNCA… Aquí tenéis el parto de Martina }

Un par de contracciones más y oí a María (una de las comadronas) que me decía en voz suave y bajito, cerca de mi oído derecho… » Lo estás haciendo muy bien, ya queda poco, ahora es la fase de la tortuguita, va a estar unos minutos encajada aquí abajo, como queriendo salir pero no saldrá, no te preocupes, cuando llegue la próxima contracción puja.»

 

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¡¡¡ Qué fuerteeeeee, ya estaba a punto de salir mi bebé!!! Cuando de repende noté como algo se giraba dentro mío, y grité «¡¡¡no lo giréis!!!» Y en seguida me dijeron que ellas no estaban haciendo nada, que era la fase en que el bebé se rotaba solo para poder salir definitivamente… Bualaaaaaaaaaaa… ¡¡¡¡Es verdad!!!! Ya ni me acordaba… Y gritéeee ¡¡¡QUÉ FUEEEEEERTEEEEEEEE!!!! Una y otra vez, una y otra vez entre las siguientes contracciones…

Finalmente después de una de las contracciones más INTENSAS noté el aro de fuego. SÍ SEÑORAS, ¡¡¡EL ARO DE FUEGO!!! Ya pensando en que lío me había metido… Que ya no podía más, que ahora era ya insoportable… ¡Que se acabara yaaaaaaa! ¡QUE ME PARTÍA LITERALMENTE EN DOS!

… Vino una súper contraccióooooooooooOOOOOOOOONNNNN!!!!!

23 DE ABRIL 16:56h

¡¡¡Y salió mi bebéeeee!!!

Me giré, pues estaba de rodillas inclinada hacia delante. Me giré y me senté en la piscina mientras Laia (la otra comadrona) me pasaba el bebé entre las piernas (siempre debajo del agua) y me lo ponía en el pecho a la vez que lo tapaba con una toalla.

Y empecé a llorar… Mi bebé había nacido, estaba aquí con nosotros, mi marido me abrazaba por detrás… Estábamos viviendo el nacimiento de nuestro segundo bebé, en casa, tranquilamente, sin prisas… Y entre lloros no podía parar de decir, qué fuerte, qué fuerte…

Y me preguntaron… ¿Y qué es?, Y yo ¿Cómo?, El bebéeee ¿Es niño o niña? Y lloraba mientras decía, no lo se, NO LO SEEEEE… Y es que en ese momento no te importa qué sexo tieneeeee, una parte de tí ha nacido, ¡¡¡un bebé precioso que vamos a querer y cuidar lo mejor que podamos el resto de nuestras vidas!!!

Y entonces levanté la toalla, y entre el cordón umbilical, la toalla, mis piernas, el agua, mis manos temblorosas… ¡¡¡¡VI QUE ERA UNA NIÑA!!!!

¡¡¡UNA NIÑAAAAAAAAAAA!!!

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¡¡¡UNA NIÑA PRECIOSAAAAAAA, RUBIAAAA, DORADAAAAA, CON UNOS LABIOS BIEN DIBUJADOS Y UNA MIRADA INTENSAAAA!!! ¡¡¡CARIIIIIII ÉS UNA NENAAAA, ÉS UNA CARLOTAAAAAAA!!!! Le grité entre sollozos a mi marido…

GUAUUUU… Es el momento más emocionante que he vivido nuncaaaaa… Y finalmente pensé… SÍ, HAS SIDO CAPAZ DE PARIR A TU HIJA EN CASA. Esa espinita que te quedó con Martina, esa inducción que no querías, ese parto presenciado por tantos profesionales, esos momentos de luchar por tu parto en contra de las enfermeras y médicos, para que fuera lo más natural posible… esa epidural… todo. Se ha curado de golpe.

Hicimos piel con piel al instante. Dejamos que el cordón dejara de latir y luego lo pinzaron… Unos minutos después me ayudaron a salir del agua para sentarme en el sofá con Carlota sobre mi pecho… Y de repente…

BAJÓ MARTINA POR LA ESCALERA, ¡JUSTO SE LEVANTÓ DE LA SIESTA QUE YA HABÍA NACIDO CARLOTA! Eso es el destino, tenía que ser así, de alguna manera estaba escrito. Y sonrió diciendo… ¡Ohhhh… La bebè Carlota! Y yo con la oxitocina rebosando por todos mis poros estaba súper emocionadaaaaa… Martina llevaba varios meses convencida de que iba a ser una niña y unas 3 semanas que sabía que su hermana iba a llamarse Carlota. Lo eligió ella. Yo realmente pensaba que era un niño e iba a llamarse Nil, ¡Aunque otra niña era lo que más deseaba!

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Me incorporé del sofá, ya me dolía la espalda y me senté en la silla de partos, esa que es como una U, y de golpe y porrazo llegó una gran contracción y alumbré la placenta. ¡Dios mío me pareció que era grande como un bebé! Pero que vaaa… en un momento estaba fuera. Fue un poco desagradable, la verdad. 🙂

Después de un rato, pesaron a Carlota. ¡Mi bebé hizo 4,250gr! Y seguidamente me cosieron dos puntitos de nada… Con el bebote que había conseguido sacar y sólo dos. Me pareció súper estupendo, mejor imposible, la verdad. (Eso sí, con anestesia local. Que parecerá mentira pero con la fobia que tengo a  las agujas, me puse a llorar y todo… jeje Y hasta me dolió el pinchazo… jaja después de haber tenido un parto en casa, ¿Quién lo iba a decir?)

Poco a  poco todo se fue calmando, los periodistas se fueron, Alicia se fue súper emocionada. Y yo la recuerdo con mucho cariño. Después se despidió Gemma, con lo ojos húmedos y mirada agradecida… Yo seguía en mi mundo de AMOR… Mi madre estuvo en casa toda la tarde, pese que en un inicio no quería. Yo no lo supe hasta que nació mi bebé, pues estuvo silenciosa en el piso de arriba, rezando todo lo que sabía y atenta de que Martina no se despertara y se encontrara sola. Al final resultará que mi madre es mi ángel de la guarda. De madre solo hay una. Y ella finalmente estuvo conmigo. La quiero muchísimo y lo recordaré siempre.

Poco a poco nos quedamos los de casa, los cuatro y mi madre. Ya había pasado. Estábamos estupendamente y en casa. Un día de Sant Jordi inolvidable.

Estaré eternamente agradecida a mi marido, por quererme y apoyarme desde el primer minuto. Por entender mi necesidad de querer parir en casa, como siempre se había hecho pero con dos comadronas súper competentes, y sobretodo muy cariñosas que me acompañaron durante todo el embarazo, parto y posparto.

A día de hoy, un mes y medio más tarde, recibí su última visita la semana pasada. Su seguimiento me ha parecido excepcional, tanto mi seguimiento de la cuarentena, como el de la lactancia materna, el control del bebé…

¡Pero todo esto merecerá otro post!

Paula

PD: Feliz de poder compartirlo con todos vosotros… ésta es mi manera de entender la vida. Se que muchos lo entenderéis igual y otros totalmente contraria a la vuestra. Así somos todos. Diferentes desde que nacimos.

Parir en casa

Parir en casa

  Hoy en día parir en casa es una opción más que tenemos las mujeres.   Hacer llegar a  nuestros pequeños a este mundo en nuestro hogar no tiene precio si vas bien acompañada todo el camino, tanto durante el embarazo como parto y postparto. 

¡Martina entre mis brazos!

¡Martina entre mis brazos!

Subimos a la planta de maternidad, a nuestra habitación. Nada más salir del ascensor allí estaban mis suegros, estuvieron toooooooda la noche esperando la llegada de su segunda nieta, la primera por parte de su hijo, no podían dormir… ¡Así que decidieron esperar allí mismo! 

Benvinguda Martina – 11 de setembre de 2012 – Bienvenida Martina – El parto.

Benvinguda Martina – 11 de setembre de 2012 – Bienvenida Martina – El parto.

Lunes 10 de septiembre.

5.30h de la madrugada…

Abro los ojos. Algo me ha despertado.

Unos segundos más tarde siento como si me hiciera pis encima…

***

¡¡¡Evidentemente rompí aguas!!!

Pegué un salto de la cama al baño, ¡¡¡allí estaba el tapón mucoso!!! Estaba con los nervios a flor de piel, el pulso acelerado, una sonrisa de felicidad extrema, miedo a lo que se avecinaba… Ya no por el parto, pues son unas horas. Sino por el hecho de que SÍ, iba a tener un bebé, ese mismo día y a partir de hoy toda mi vida iba a dar un vuelco…

¡¡¡BUFFFF QUE SUBIDÓN!!!

(se me ponen los pelos de punta y se me acelera el corazón sólo de recordarloooo)

Bien, pues me puse a recoger la casa (no sabía yo que el síndrome del nido durara hasta el último día…!!!), puse una lavadora, una secadora, tendí ropa, repasé al menos 8 veces la bolsa de Martina y otras tantas la mía… Me duché… Con todo esto se hicieron las 8 de la mañana… Y entonces…

Me acerqué a mi marido como pude… Le besé y le susurré al oído «Hoy vas a ser papá». Se recostó y con una sonrisa tonta me miró fijamente. Y le aclaré… «Sí, he roto aguas, hoy vas a ser papá». Se sentó de golpe, me miró y le dio un besazo enorme a mi barrigón!!!!! Martina estaba en camino!!! Ahora síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

Llamé al Hospital de Terrassa y les comenté que había roto aguas «limpias/claras» hacía ya un par de horas, y me respondieron que fuera con la calma, que no hacía falta correr pero que no llegara más allá de las 10-11h.

¡¡¡Así que Pere salió a buscar el desayuno!!! Las chicas de «La Pastisseria» de al lado de casa, que siguieron mi embarazo al pie de la letra… Cuando lo vieron entrar solo… ya saltaron a preguntar si era el día D… (A día de hoy conocen a Martina desde el primer día que llegó a casa… )

Desayunamos y nos fuimos hacia el Hospital, el camino se me hizo cortísimo… Qué vértigoooo… mi hija iba a nacer allí, así que el camino estaba hecho y la suerte echada. Llamé a mi padre y lo felicité por su cumpleaños.

¡¡¡Abuelo y nieta iban a ser del mismo día!!!

***

Entramos por urgencias con mi Plan de Parto bajo el brazo (Descárgatelo aquí). Fuimos al área de partos y allí me visitó el ginecólogo de turno. Me hizo un tacto. Ya estaba de 3cm. Les presenté mi plan de parto, lo leímos juntos y se lo quedaron. Nos acompañaron a nuestra sala de dilatación, con sus pelotas, su reproductor de música, su ducha… Allí estuve con contracciones leves hasta las 12-13h del mediodía (unas 6h desde que rompes aguas). Estaba tranquila, segura de mi misma. Si había sido capaz de gestar a mi hija, sería capaz de superar ese momento. Y a ser posible conseguir mi parto natural.

Después al ver que no se aceleraba el parto, me subieron a planta, a mi habitación. Allí me pusieron un «tampón de prostagrandinas» para acelerar el tema… Entre una cosa y otra ya serían las 15h…Y nos dejaron allí tranquilos hasta las 21h… Nos pasamos la tarde dando vueltas por la planta, con contracciones leves, pero el tema se iba acelerando poco a poco… Durante esas horas me ofrecieron agua y zumos (y yo cada 2-3h me comía medio puñadito de unos frutos secos que puse a propósito en mi bolsa, lo leí en algún sitio y lo recomiendo 100%. Pues nunca sabes lo que va a durar tu parto).

A las 21h me bajaron a la sala de dilatación, allí me monitorizaron un rato y vieron que todo iba bien, pero las contracciones no eran lo fuertes que deberían ser… Me propusieron la administración de oxitocina sintética varias veces y me negué rotundamente… Mi plan de parto era bien claro y no deseaba la oxitocina. Deseaba que todo fluyera poco a poco.

En aquel momento estaban haciendo el cambio de guardias… ¡¡¡Y vi a Blanca!!!

Blanca fue una de las comadronas que nos dio varias clases de pre-parto, un sol de chica, joven… La llamé entre contracción y contracción… ¡¡¡y vino!!! Estaba salvada, me sentía segura de mi misma y más con ella al lado. Las contracciones fueron a más y más… poco a poco iba subiendo el ritmo… Entre ella y Pere me ayudaban a superar cada contracción. Como olas, venían respirábamos y se iban… así una y otra vez. El ritmo iba aumentando, cada vez eran más largas  y menos espacio entre contracciones. Poco a poco iba subiendo la montaña.

Pasaron al menos una o dos horas y seguía con contracciones moderadas… eran ya las 23h… entró Blanca en la sala de dilatación con mi plan de parto bajo el brazo. Venía a negociar. No me lo podía creer. Yo no estaba dispuesta a torcer el brazo. Sabía que podía hacerlo. Solamente necesitaba tiempo y confianza. Pero después de repetirme una y otra vez, que ya llevaba muchas horas con la bolsa rota y las contracciones  de parto-PARTO aun no habían llegado. Se acercaban pero aun me faltaba. Y yo erre que erre, que no, que NO…

«Paula imagínate que finalmente Martina está por salir a las 9 de la mañana y ya no tienes fuerzas de pujar»…

«¿¿¿Y si luego necesitamos realizarte una cesárea???»

¿Cómo?

Allí me acojoné (perdón) y me enfadé. De repente bajé la montaña de golpe, ya iba por la mitad y me sentí abajo, a volver a empezar… Empecé a llorar. A llorar desesperadamente, desconsoladamente. Sentí un dolor profundo dentro de mi. Yo no quería nada de eso, yo estaba bien, la niña estaba bien y quería intentarlo. Repetí una y otra vez que sería fuerte y que quería intentarlo. Que me daba igual las horas que quedaran. Pensaba que estaba de mi lado. Y finalmente vi que no. Que no tenía escapatoria. Y claudiqué.

{ Vi entrar el fin de mi parto «natural»… dentro de un gotero lleno de oxitocina}

3 minutos le bastaron al gotero para que empezara a gritar como una loca. Eso primero. Y después empecé a subirme por las paredes, casi rugiendo como una leona. Mi marido me miraba con miedo, estaba flipando, literalmente. No podía llegar a entender por nada del mundo por lo que estaba pasando. Me ayudaba a pasar las contracciones como podía. Recuerdo estar colgada de él chillando. De mirarle y no poder decirle nada porque debía respirar. Y él me miraba sufriendo, sin entender nada. ¿Qué estaba pasando? Eso es lo más antinatural que hay en el mundo entero. Pasas de O a 100 en cero coma. ¡¡¡¡El dolor más grande del mundo me estaba invadiendo por dentrooooooooooooooooooo!!!! Y la culpa de haber claudicado me comía la cabeza el segundo que tenía de respiración entre contracción y contracción. Eso no te dejaba ni respirar…. Venía una… te atacaba… empezaba a bajar… y cuando ibas a coger aire llegaba otra, y otra y otra y otra…. y otra… ¡¡¡Sin tiempo de respirar ni pensar!!!

¡¡¡UNA LOCURA!!!

¡¡¡UNA EXPERIENCIA QUE NO QUIERO VOLVER A REPETIR EN MI VIDA!!!

En una de éstas, con los ojos enfurecidos GRITÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE…

¡¡¡QUE ME PONGAN YA LA PUTA EPIDURAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAL!!!

 (perdón)

Con esas… pasó una enfermera… y se oyó un… «mira la del parto natural, ahora si que la quiere…» Casi salgo a decirle algo… Pero las contracciones no me dejaron.

Martes 11 de septiembre de 2012

Me llevaron a quirófano con el gotero y todo. Seguí chillando y resoplando de dolor. No os podéis llegar a imaginar lo que es eso.  LEEROS ESTO POR FAVOR. Además, ¿sabes cuantas unidades de dolor puedes soportar durante un parto?

{ El cuerpo humano segrega endorfinas (el cerebro produce endorfinas que nos ayudan a descansar y nos proporcionan sensación de bienestar , lo que reduce la necesidad de otros tipos de analgesia con efectos secundarios indeseados) a la vez que oxitocina endógena (la natural, la que segrega tu propio cuerpo), y evidentemente que un parto duele hasta parecer que vas a partirte en dos, pero si te ponen oxitocina sintética eso es i-nex-pli-ca-ble, ya que en un parto vas subiendo la cuesta poco a poco, pero con esto… tu cuerpo se acelera sin tener la oportunidad de adaptarse…. ¡Os lo JURO! }

Llegó el anestesista (por fiiiiiiiiiiiin) y le di gracias a Dios, pues el primer pinchazo valió. Fue bien difícil. Después de decirme que me estuviera quieta entre contracciones cuando debía respirar (casi imposible). Empezó a pincharme cuando me bajó la contracción y a medias del pinchazo ya venía otra… Estaba sentada en una camilla con las piernas abiertas y el cuerpo echado adelante. Postura imposible de aguantar con contracciones de parto. Pero finalmente acabó y empecé a sentirme algo mejor…

En pocos minutos (deberían ser ya la 1 o las 2 de la madrugada…) me encontré tumbada en la camilla con luz tenue y escuchando ColdPlay Baby con mi Iphone… (Me lo regaló Sandra unos meses antes y se lo agradezco muchísimo) Pere estaba en la silla de al lado con su música…

Cerré los ojos. Me dormí profundamente y debí despertarme hacia las 3-4 de la madrugada. Pere no estaba.

¿Pere no estaba?

Sentí un dolor como si fuera a defecar y llamé a Blanca. (¡¡¡¡Blancaaaaaaa que ya noto las ganas de cagarrrrr!!!!)

Me lo advirtió, cuando tengas ganas de Cag _ _, llámame. El parto iba a ser inminente.

Tuvieron que llamar a mi marido por radiofonía… pobre… se fue a tomar un café en el momento más CRUCIAL. jejeje

En breve llegaron todos, mi marido, las enfermeras, Blanca…

Empecé a sentir las contracciones muy fuertes, a pelooooo y hasta pedí de nuevo la epidural, pero ya estaba Martina muy abajo como para ponérmela de nuevo. Así que finalmente la tuve a pelo, peloooo. Tal cual.

Recuerdo un montón de gente allí abajo, entre ellos el anestesista que era amigo de mi marido… jugaron juntos al fútbol de pequeños… ¡¡¡vaya momento más idóneo para un encuentro!!!

Estaba claro que era la única parturienta que estaba esa noche allí de parto… Un equipo para mi sola… Y unos gritos que llegaban a la calle…

Empecé a pujar y pujar, cuando me decían que pujara mi cuerpo descansaba y cuando me decían que respirara mi cuerpo apretaba… ¡¡¡Ahí no había sincronización alguna!!!

¡¡De repente vi aparecer un bisturí entre mis piernas!! Y grité: NO ME CORTES EHHHHH (y se oyó: no no te voy a hacer una episiotomía) Y respiré hondo para coger fuerzas de nuevo. Estaba escrito en mi plan de parto, CASI EN MAYÚSCULAS, que no quería ni de lejos una episiotomía. No se en realidad si me la iban a hacer o no. Parecía que sí y se echaron atrás. Pero por si acaso lo dejé bien claro.

 { Sabemos quiénes somos  y qué queremos. Y nos debemos hacer respetar. Lo triste es que a pesar de llevar mi plan de parto súper detallado tenía que estar al pié del cañón lidiando con ellos… así una no puede concentrarse, ni tirar adelante, ni dejarse llevar. }

En una de estas, ya no podía más… O salía o yo ya no tenía más fuerzas. Me sentaron un poco más, a ver si la gravedad hacía su trabajo. Y empezó a verse salir su cabecita y me ofrecieron ver a través de un espejo como salía (primero dije que no… pero después me lo repensé!!! Ves a saber si volveré a ser madre de nuevo…) y a tocarla… qué sensación… No digáis que nooooo…

¡¡¡Eso te da fuerzas para el último apretón!!!

Empecé a llorar, de alegría, de emoción… de todo… ¡Verla salir era lo más grande del mundo!

En una de estas, llorando ya… cuando ya pensaba que me partía en dos, empujé como nunca y salió Martina.

05:13h del martes 11 de septiembre de 2012

Lloré, lloré y lloré mucho.

De Amor, de felicidad, de satisfacción…

Mi pequeña estaba allí conmigo, tal cual salió hicimos piel con piel toooodo el rato. Decidimos no donar ni guardar el cordón umbilical, (es un poco egoísta, pero hay bebés que lo necesitan al nacer y preferimos que lo tuviera ella, era suyo) así que dejamos pasar un rato para que la sangre que había en el cordón se la quedara Martina y luego Pere cortó el cordón. Salió la placenta al cabo de un buen rato, al menos 25 min, y allí seguíamos… ¡¡¡Juntas y con papi al ladito!!! Me cosieron dos puntos dentro y dos fuera, sin episiotomía ni nada… (gracias a Dios que me hice el masaje perienal durante los últimos 2 meses, ya que la pelirrojas tenemos la piel muy poco elástica y tenía muchísimas probabilidades de sufrir un buen desgarro y luego una gran cremallera a modo de cosido) y allí seguíamos, calentitas, húmedas, seguíamos siendo dos personas en una.

LA FELICIDAD EXTREMA ME INVADIÓ

ESO ERA LO MÁS DE LO MÁS, DEL MUNDO MUNDIAL.

UN AMOR INCONDICIONAL, UN AMOR VERDADERO.

Nunca olvidaré su carita al nacer, su olor, su mirada y su saludo.

 

Mi pequeña pesó 3,285Kg de amor y midió 49,5 cm de felicidad absoluta.

Después de un rato nos pasaron a la sala de lactancia, allí me limpiaron y me cambié. Mientras, Pere vestía a nuestra renacuaja… Tuvo el honor de vestirla por primera vez. Siempre lo recordaré.

De nuevo conmigo nos subieron a nuestra habitación.

Martina había sido la niña más puntual del planeta. Ese día cumplía la semana 40.

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Aunque no fue el parto que yo deseaba (Parto Natural) y había idealizado, fue un gran parto.

{ Seguro que mejor que las 2 inducciones que me programaron una y dos semanas antes y que gracias a Dios me salvé de ambas}

Gracias a Blanca por ayudarme, por estar a mi lado y por traer al mundo a mi hija.

Gracias por intentar respetar mi plan de parto hasta el final.

Y gracias a todo el equipo del Hospital de Terrassa,

son un equipo muy muy muy humano, y eso se agradece en momentos tan importantes.

Y las comadronas son todas unas madrazas y muy muy profesionales.

(Menos la del comentario… jajaja… ahora me río… pero ese día… jajaja… ¡casi me la como!)

Pero sobretodo GRACIAS A MI MARIDO.

TE QUIERO CON LOCURA Y CADA DÍA MÁS. 

SIN TI NO ESTARÍA VIVIENDO NADA DE ÉSTO,

GRACIAS POR TU APOYO DIARIO Y EL AMOR QUE NOS DEMUESTRAS.

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{ Nos vemos en el siguiente POST }

Paula

¿Cómo fueron vuestros partos?

¿Os pusisteis de parto o rompisteis aguas antes, oxitocina, epidural… ?

¿En casa, en el hospital…?

¡¡Es el día más importante de tu vida!!

¿Verdad?

 { ¿Te has perdido el POST anterior? }

MI MAMA ES FOTOGRAFA Y BLOGGER copia

Últimos días de embarazo… ¡¡¡Esperando la llegada de Martina!!!

Últimos días de embarazo… ¡¡¡Esperando la llegada de Martina!!!

Las dos últimas semanas de agosto fueron eternas… Las ganas de tenerla en brazos, la estrictísima dieta por la diabetes gestacional, las idas y venidas del hospital a ver a las doctoras, comadronas, ginecólogos… El calor… Las horas y los días ya pasaban lentos… El