Etiqueta: parto natural

EL PARTO DE ÀXEL EN CASA

EL PARTO DE ÀXEL EN CASA

Es difícil describir cómo se vive un parto. Llevaba días esperando el momento, y es que llegar a la 41+5 no es fácil. La tremenda ilusión con la que lo viví, las ganas de inmortalizarlo, de poderlo revivir siempre que me apetezca. No tiene precio. 

El part a casa de la Montse – PVDC – Part vaginal després de cesària

El part a casa de la Montse – PVDC – Part vaginal després de cesària

WE CAN DO IT! Quan em vaig plantejar un part a casa sabia que seria amb ella. La meva primera filla va néixer per una cesària programada. Vam poder escollir el dia i l’hora que vindria al món, així, sense preguntar-li, per recomanació d’un ginecòleg 

{ Max } Parto en casa a las 42+1 semanas

{ Max } Parto en casa a las 42+1 semanas

Todo empezaba el 21 de agosto de 2014, cuando nos enteramos que estábamos embarazados, fue un embarazo completamente buscado y deseado, todo y que no esperábamos que fuera tan rápido. Todo el embarazo fue genial hasta el final, pero cuando nos empezaron a decir… «Uy, no se te hace pesado?» noté que era una pregunta que me molestaba, ya que yo lo estaba disfrutando muchísimo mi embarazo. Y fuera por el miedo al parto o porque realmente estaba muy bien, no tenía ganas de que saliera Max, era muy feliz notándolo dentro de mi y disfrutaba día a día de todo lo que hacía dentro de mi, de sus movimientos, de todo… Creo que le hice entender a Max que no saliera porque finalmente quiso nacer a las 42+1 semanas de embarazo!!

 

Llegó un momento que aunque no quería que aun saliera de mi, la gente no paraba de preguntar «¿Aun no ha salido? … Pero será que no se nota para que todo el mundo te lo repita!!!» Estuve los últimos días haciendo vida casera ya que me abrumaba que todo el mundo me preguntara cosas cómo «¿Y las correas que te dicen? ¿No te lo has programado aun?» o bien un… «Vigila que conozco una chica que el bebé falleció antes de nacer porque a las 42 semanas ya no funciona la placenta…»

Finalmente el miércoles por la noche me desperté por un dolor «como» de regla que duró pocos minutos. Nunca hubiera deducido que eso pudiera ser el comienzo. No noté nada más en toda la noche. Al día siguiente vino Laia, mi comadrona, a visitarme, y estuve bien todo el día aunque me venía el mismo dolor de la noche a ratos… Yo sólo pensaba en que por favor eso no fueran contracciones porque sentía dolor en los riñones (aunque sabía que lo eran). Todo y que las molestias se aguantaban muy bien le pregunté a Laia, que además de mi comadrona es mi prima, que qué podía ser, y ella me comentó que el tema ya empezaba a prepararse.

Mi madre que siempre me había dicho «No quiero saber que estás de parto, porque no quiero sufrir»… ¡Fue la primera en enterarse! Ya que nos fuimos a dar un paseo y se lo fui explicando, además ese mismo día perdí el tapón mucoso (pero como es posible estar días sin el tapón mucoso no le di mucha importancia). Jordi, mi marido, estaba trabajando y yo le iba informando, pero no quería asustarlo porque yo me sentía bien y veía que aun no era el momento.

Al atardecer cuando llegó Jordi a casa (un poco antes de lo normal porque algo se olía…) me encontró detrás del sofá apoyada pasando una contracción. ¡El flipó! porque no se lo esperaba… Le dije que no era nada, que todo se estaba preparando aun. Cenamos y le pedí que fuéramos a caminar un ratito, pero no quiso ya que cada vez me venían contracciones más seguidas, eran irregulares pero largas. Finalmente salimos a pasear, y allí las contracciones se espaciaron. Y cuando llegué a casa informé a mis comadronas de Néixer a Casa y me dijeron que les llamara cuando tuviera contracciones cada 5 minutos, que duraran 1 minuto y durante 1 hora seguida. Si crees te pones de parto, te das una ducha caliente y las contracciones no cesan, es que estás de parto. Así que me duché un rato y ¡¡no cesaban!!

Ya fuera  controlamos las contracciones, pero las comadronas se iban a dormir, así que a las 23h nos fuimos a la cama. Jordi pudo dormirse, pero yo no pude… A la 01.00h de la madrugada les envié un whatsapp, para saber si era normal cómo me encontraba ya que las tenía cada 3/5 minutos, duraban un minuto y medio, ya hacía unas dos horas que estaba así…

Laia estaba despierta, nos llamó y nos preguntó si estaríamos más tranquila si ella venía a casa. Yo en parte quería que vinieran, pero por otra tampoco quería que no vinieran para nada. A la 01.30h Jordi habló con Laia para que vinieran y a las 02.30h Laia ya estaba en casa y pocos minutos después llegó Roser.

Yo estaba de pié apoyada en el vestidor cada vez que venía una contracción de riñones (horrible!!!) y sólo podía pensar en que eso no fuera a más… Montaron la piscina de partos en el comedor e iban viniendo a controlar a mi bebé. Mientras Jordi me trajo sandía, para comer algo y aquarius para beber y que me diera un poco de energía.Cuando la piscina estuvo lista me ofrecieron de entrar y allí me pasé muchísimo rato, hasta que vi a través de las persianas que se estaba haciendo de día. después de muchas horas me ofrecieron hacerme un tacto para ver como estaba y preferí que no, pero después de pensarlo un rato preferí que me lo hicieran para ver realmente como iba todo. Así que me lo hicieron y me dijeron que todo iba muy bien, que estaba DILATADA COMPLETAMENTE, pero mi bebé aun estaba muy arriba. Ya era mediodía. Después continuamos un buen rato fuera de la piscina para probar varias posturas y así ayudarlo a que bajara, pero no había manera, pasamos muchas horas con contracciones cada 3 minutos (muy seguidas) y de un minuto y medio de duración. Pero no hacían que el parto avanzara. El dolor era terrible ya que yo notaba el dolor de riñones intensamente, pero tanto Roser como Laia me ayudaban a pasarlas haciéndome masajes en los riñones. Me preguntaron si notaba presión en el culo, pero no, solamente notaba un dolor inexplicable en los riñones.

Después de mil y una posturas fuera del agua, les pedí si podía volver dentro ya que me aliviaban mucho el dolor que sentía en los riñones (y seguimos con masajes). Jordi no se movió ni un minuto de mi lado, en la piscina estaba sentado fuera apoyado en el borde y cogiéndome las manos cada vez que venía una contracción y aguantando mis intensos gritos. Me ofrecieron de salir de nuevo y probar más posturas, todas las posibles. las peores fueron estirada ya que los riñones sufrían muchísimo más.

Se acercó la hora de cenar, fueron de una en una ya que yo seguía necesitando masaje en los riñones. A Jordi no le dejé que fuera a cenar ya que lo necesitaba a mi lado agarrándome la mano para pasar las contracciones juntos, con el me sentía protegida. Las comadronas ya empezaron a pensar que algo no iba bien, pero yo le decía a Jordi que ¡No quería ir a un hospital!

Me colgué literalmente del cuello de Jordi y sentí en un instante muchísimas ganas de pujar, de repente rompí bolsa y las comadronas empezaron a ver que ya bajaba después de un tacto, el parto seguía. Yo seguía con varias posturas, la que mejor me iba era la de «cabaret», así que cada vez que venía una contracción me ponía en esta posición con Roser detrás y Jordi delante agarrándome de los riñones mientras Laia iba viendo cómo bajaba la cabeza de mi bebé.

CUANDO YA SALÍA me  preguntaron en qué postura quería tenerlo, pero ya llevaba tantas horas y estaba tan cansada que ya me daba igual. Llegó una contracción más y me colgué literalmente del cuello de mi marido, noté como bajaba, sentía mucha presión y te tanto cansancio se me agarrotaron las manos y las piernas… Los dedos se me doblaban solos y las piernas ya no aguantaban mi peso. Así que decidí sentarme en la silla de partos. Jordi estaba detrás aguantándome y haciéndome masaje en los riñones, Laia aguantando porque ya salía mi bebé y Roser grabando mi parto.

Estos segundos se hicieron eternos. Parece mentira pero parecía una eternidad, notaba como literalmente me partía en dos. Me dijeron «¡tócalo que ya sale su cabecita!» Y cuando lo toqué flipé… Salía ya su coronilla, su cabello… ¡Y qué dolor!

Llegó la siguiente contracción y MAX ya empezó a salir, una vez fuera Laia me lo dio, pero podía ponérmelo más arriba del ombligo ya que su cordón umbilical medía solamente un palmo así que tuvimos que esperar a que dejara de latir sin movernos, porque Max no podía acabar de salir. Una vez fuera no tardé nada en alumbrar la placenta. Y de golpe se acabaron todos los males. Ni dolor de riñones ni nada.

 

Mientras me observaban para ver si necesitaba algún punto Jordi hizo piel con piel con Max, ¡y por suerte no me dieron ningún punto! A la mañana siguiente tenía todo el cuerpo con unas agujetas increíbles, y sentía cierto dolor en mis partes… ¡Pero así y todo me hubiera ido a dar una vuelta!

¡Acabé de mi parto EUFÓRICA! Y ya con ganas de tener un segundo. Mi marido se quedó un poco traumado de mis gritos y sufrimiento, ya que pobres aguantan una situación que dentro de todo no pueden hacer mucha cosa más que acompañar. Así y todo me dijo que el también repetiría todo el proceso de nuevo.

«Muchísimas gracias por todo el sufrimiento que has soportado para que nuestro hijo naciera como él quería. Te quiero muchísimo. Y todo lo que has hecho ha servido para demostrarnos todo lo que nos quieres. Gracias»

Dar las gracias a Roser por sus masajes y paciencia y por todo lo que nos ha enseñado.

Y hacia Laia no tengo palabras, es mi comadrona, pero principalmente es mi prima. Que el sufrimiento que pasó es inexplicable, ya que además de todo lo relacionado con el parto los sentimientos  también estaban. ¡Gracias Laia eres una persona única y te queremos  muchísimo!

Yo de esta experiencia me quedo con que soy más valiente de lo que pensaba. No pasar por un hospital (que era mi mayor miedo) y ver que podemos aguantar con todo esto y más.

A mis padres, por aguantar tanto sufrimiento, ya que no querían saberlo pero se cercioraron de todo, y por toda la ayuda que he recibido de ellos en el posparto. Muchas gracias.

Y no puede faltar Max, tan pequeño que era y aguantó 30h de parto sin sufrimiento alguno  y  ayudándome a tener un parto en el momento que decidió nacer, respetado y alejado de todo aquello que no queríamos. El ha sido quien ha hecho posible todo esto.

LA MAYOR FELICIDAD ES CONSEGUIR AQUELLO QUE SIEMPRE HAS DESEADO.

Montse.

Max con unas semanitas <3

¡¡Max antes de cumplir su primer añito!!

Espero que os haya gustado el parto de Montse y en nacimiento de Max, cada parto es un mundo, sea en hospital o en casa. Hay de rápidos y de muy lentos. Hay de intervenidos o naturales. Lo mejor es que cada una esté convencida de lo que realmente quiere e ir a por ello, a por su parto soñado.

¡Felicidades a todas las mamis! Y muchísima energía a las que están por serlo en breve <3

Paula

Cuando la vida te sorprende, El parto natural de Leo

Cuando la vida te sorprende, El parto natural de Leo

Carlos y Sílvia vinieron a verme el pasado mes de julio, pues Leo estaba por nacer en agosto… Estaban radiantes de ilusión, un poco nerviosos, mil dudas rondaban por sus cabezas, se miraban con ternura y abrazaban juntos esa panza tan hermosa que ya llegaba 

AMADA CARLOTA, Esperándote…

AMADA CARLOTA, Esperándote…

Hoy os traigo un post distinto. Un post muy especial, pues ya tengo parte del material del parto de Carlota, y me apetece un montón compartirlo con vosotr@s. Fue un día muy especial, dos horas intensas y que no olvidaré jamás. Nuestro bebé venía en camino 

¿Ginecólogo o Comadrona?

¿Ginecólogo o Comadrona?

Me encontré en la cuenta atrás…

Semana 27.

¡¡¡Mis amigas me regalaron una ECOGRAFÍA 4D para mi cumple!!!

Y fui a hacérmela… Esperamos un buen rato, pues el ginecólogo estaba asistiendo un parto. Pero cuando llegó nos hizo pasar, tumbarme, me puso ese gel helado en la barrigota… Y… ¡¡¡Volià…!!!! Allí estaba mi pequeña… Qué bonita… Qué impresión… Qué detalle… ¡¡¡Qué PASADAAAAA!!! Martina estaba allí dentro, la mar de contenta. Nos dejó verle la carita, las manitas, los pies…

Una sensación inolvidable. Y después nos grabó un DVD con todo lo que habíamos visto y nos lo entregaron antes de irnos.Sin duda un gran regalo. Pues yo me lo estuve pensando y no acababa de decidirme… ¡¡¡Y realmente valió la pena!!!

Semana 28-29. A principios de Julio. Por parir en septiembre.

Con un ginecólogo que consideraba que «EL PARTO NATURAL SOLAMENTE SE ESTILABA EN LA SELVA»

Y que a falta de una visita… Me soltó un…  «Ya nos veremos el 3 de septiembre, que yo en agosto estoy fuera. Si te adelantas ya me llamarán. Y si no estoy… te asistirá el parto otr@ ginecólog@». Con eso se quedó más ancho que estrecho. Eso sí. Me alargó la mano para darme un papelito con el teléfono del Hospital. Qué atento. Y yo le solté un muy contenido «Gracias», mientras lo miraba estupefacta a los ojos.

Un grupo de Yoga que no paraba de hablar de que hoy en día «Regalaban las cesáreas«, de que una de ellas tuvo el primero en el Hospital General de Catalunya, y dilató en bañera (por alguna razón médica que no recuerdo no podían ponerle epidural) y estaba encantada, y el segundo iba a ser igual… Me informé y yo no podía tenerla en ese hospital, pues por mi seguro médico solamente podía parir en el Hospital de Barcelona. Seguro que había una salida…

La profe de Yoga (que no había sido madre aun) nos decía una y otra vez que nos pensáramos muchísimo que tipo de parto queríamos, dónde lo queríamos, y que alargáramos la dilatación en casa… Nos dio muchísima información. Y se lo agradezco.

¡¡¡A mi se me ponían los pelos de punta!!!

***

Semana 30-31. Mediados de julio.

Fue entonces que decidí intentar cambiar mi suerte.

Me fui al CAP (Centro de Atención Primaria) que me tocaba, en mi caso el CAP Sant Llàtzer de Terrassa. No había ido nunca. Pues siempre había tenido seguro médico y por lo tanto siempre había sido visitada por el privado.

Fui a pedir hora, tuvieron que abrirme ficha… Les comenté que estaba embarazada de unas 30 semanas y que quería visitarme con un/a ginecólog@, me preguntó que cómo era que venía de nuevo con una gestación tan avanzada y le expliqué mi caso. Me dieron cita para el día siguiente con la comadrona.

Llegué al CAP y me sorprendí, esperé 5 minutos y ya nos tocó entrar.  Sandra abrió la puerta y con una gran sonrisa me invitó a entrar (respiré hondo…). Empezó a preguntarme por el embarazo, los análisis, el peso… Qué paz y tranquilidad se respiraba. Qué atenta estaba y sobretodo que «HUMANIDAD» en el trato…

Le pregunté por el Parto Natural… ¡¡¡Y ni se llevó las manos a la cabeza!!!

Aixxxxxxxxxxx…….. Empezábamos bien… Me relajé… ¡¡¡Y se lo solté todo!!!

Le pregunté si sabía de algún sitio en Terrassa donde hicieran cursos de Pre-Parto, y mi sorpresa fue que los hacían allí mismo, y me apuntó en ese mismo instante. Empezaría la semana siguiente. Yo estaba eufórica, quería gritar, levantarme, abrazarla como pudiera… Pero bueno, con el corazón en la boca, me giré hacia mi marido y le dediqué una sonrisa de agradecimiento. Un…

«Gracias por creer en mi. Por creer que no estoy loca por querer informarme y cambiarme de ginecólogo a un mes y medio de parir. Gracias por acompañarme siempre a las visitas, por estar a mi lado. Gracias por tragarte toooodas las historias de embarazadas, de partos, de ceráreas, de partos naturales… Gracias por estar conmigo ayer, hoy y mañana.»

Y me devolvió la sonrisa, con eso me lo dijo todo.

Sandra se estaba mirando los análisis que le llevé… Y me comentó que el Test O’Sullivan me dio alterado… Me preguntó que si mi médico iba a hacerme más análisis… Y le comenté que él pensó que no estaba tan mal y se despidió de mi hasta septiembre… Así que creía que no.

Así que ella dijo que si quería llevar el parto en el Hospital de Terrassa, tenía que hacerme la curva de la glucosa otra vez. Eso y algun análisis más.

Semanas 32-33. finales de Julio.

¡¡¡Lo mejor de esas semanas fueron las clases de Pre-Parto!!!

Disfruté un montón, nos explicamos los embarazos, resolvimos un montón y medio de dudas, las que repetían embarazo nos explicaron el primero y el parto. Dónde los tuvieron y cómo. Éramos un montón de mamás y papás, almenos 15-18 mamás y… ¡¡¡cada una con su pareja!!!

Conocí a varias comadronas, en especial a Blanca, una comadrona joven, morena, fresca… Se explicaba súper bien y era muy cercana. Creo que ahora está en Manresa… O eso he oído…

¡¡¡Gracias Blanca!!!

(En breve sabréis porqué…)

Fue genial, allí nos conocimos Gemma y yo. Nos caímos genial desde el principio y nuestros maridos también. Luego resultó que parimos en el mismo hospital con horas de diferencia… Y luego eso nos unió mucho más.

Recuerdo que nos reíamos un montón. Hicimos clases para aprender a respirar y relajarnos en el parto. Varios consejos para nuestros maridos, a parte de paciencia… jijiji

Nos pusieron vídeos de partos normales, naturales y cesáreas.

Vídeos de cómo funcionaba un parto y sus fases.

Clases para animarnos a la lactancia materna (cosa que a mi me horripilaba al inicio de mi embarazo… lo reconozco)

No recuerdo 100% todas las clases, pero realmente vale la pena. Te sientes acompañada. Comprendida. Y te lo pasas genial.

¡¡¡Os animo 500% a ir a vuestro CAP y apuntaros!!!

Semana 34. Primera de agosto.

Después de realizar la «dieta explosiva», otra vez, para realizar la prueba de la glucosa… Me fui al Hospital de Terrassa y me estuve 3 horas con la glucosa. 3 malditos pinchazos más. Qué horror. Pero si no podía ver en la tele como pinchaban a otra persona… y llevaba todo el embarazo así… como un colador tenía el brazo. Con esas finitas venas que se esconden cuando ven una aguja. Qué odisea… Madre Mía.

Pues por mi suerte y alegría… ¡¡¡El primer pinchazo valió!!! Y lo mismo pasó con los dos siguientes. Aixxx…

Semana 35. Segunda de agosto. 

Fui a ver a Sandra, tenía malas noticias. El segundo test de la glucosa salió alteradísimooooooooo. Definitivamente tenía DIABETES GESTACIONAL (qué vértigo pensar que mi ginecólogo me había dado campo libre todo el agosto…). Me dieron hora al día siguiente con la unidad de Diabetes del Hospital de Terrassa. Y las dos doctoras nos explicaron de que iba la cosa, a mi y a dos embarazadas que estaban en mi misma situación.

Nada. Más dieta (si cabía). Y control del azúcar al menos 3 veces al día. Cada semana deberíamos enviarles por e-mail los resultados que nos iban saliendo. Y nos íbamos a ver en un par de semanas si todo iba bien.

Toooooodo un agosto de ir y venir… De playa y hospitales… Una y otra vez…

Semana 36. Mediados de agosto.

Recuerdo estar de vacaciones en Torredembarra. Hecha una pelota. Con un calor increíble. Medio día encerrada en casa, ya que allí había aireeeeeeeeeeeeeeeeeee frescooooooooooooooooo!!!!

A primera hora de la mañana de 9-10’30h, mi marido y yo, nos íbamos a la playa de Altafulla, estaba vacía, tranquila, sin calor… Hacíamos un paseo tocando el agua hasta el castillo… y volvíamos… Recuerdo tener que parar al menos 6-7 veces porque no podía más. La gente me miraba… Y las mujeres asentían… Sabiendo perfectamente por lo que estaba pasando… Detrás de ese barrigón estaba yo… Parecía que llevaba gemelos… o trillizos… no exagero. Es cierto.

(Os aseguro que la de la foto no soy yo… ya me hubiera gustado…)

Ya desde mayo-junio me preguntaban cuanto me faltaba y me auguraban una «horita corta»…

Y aun me faltaban 3 meses por parir…

Semana 37. Tercera de agosto.

Pedí hora para visitar los paritorios del Hospital de Barcelona y del Hospital de Terrassa. El mismo día. Uno a mediodía y el otro por la tarde. Aprovechando el viaje a Barcelona desde la playa…

Entré en el Hospital de Barcelona, subimos a la planta y nos atendió una enfermera. Empecé preguntándole por un parto natural… Y me comentó que podrían intentarlo. Me enseñó las habitaciones de dilatación. Le pregunté por pelotas de dilatación, bañera o ducha… Y me dijo tajantemente que allí no había nada de eso. Y que la dilatación tenía que hacerla en cama. Ok. Asentí. Nos pegó un rollo que ni recuerdo, pues ya me había respuesto lo que pensaba. Nos enseñó los quirófanos desde la puerta. Nos indicó dónde estaba la Nursery (lugar dónde no iba a dejar entrar a mi hija ni un minuto). Finalmente acorté la visita y nos fuimos. Y le solté a mi marido…

«No se cómo es el otro hospital, pero mi hija aquí no va a nacer.»

Por la tarde fuimos al Hospital de Terrassa (No la Mutua de Terrassa).

Una comadrona, ya mayor, bueno… mayor que Sandra (que es treintañera… creo recordar…) jijiji Nos atendió muy amablemente, me dio la mano y me enseñó varias salas de dilatación. Me explicó que teníamos total libertad de movimiento, pelotas de dilatación a nuestra disponibilidad, música relajante, luz indirecta, ducha para dilatar… Que no se sabía quién de ellas iba a atender el parto, porque iban rotando… Pero si todas eran como ella, Sandra o Blanca… Lo dejaba en sus manos sin dudarlo un segundo.

Recuerdo estar como flotando… Lo tenía al lado de casa… Y no lo sabía…

Me comentó que el día D podíamos venir con nuestro «Plan de Parto» bajo el brazo e intentarían cumplirlo.

Eso fue un REGALO.

 ¡¡¡HABÍA ENCONTRADO EL HOSPITAL DONDE TENER A MI HIJA!!!

Ya quedaba poquito… pero lo había conseguido…

Estaba satisfecha por mi tozudez.

Ahora solo faltaba esperar que Martina llegara…

Y lo necesitaba… Después de un montón de kilos encima y 3 números más de zapato…

¡¡¡Por fin ya se acercaba!!!

.

{ Nos vemos en el siguiente POST }

Paula

¿Tuvisteis Diabetes Gestacional?

¿Cambiasteis de ginecólog@ en el último momento?

¡¡¡Explicadme como fueron las últimas semanas!!!

¿Qué os ha parecido este post?

 { ¿Te has perdido el POST anterior? }

MI MAMA ES FOTOGRAFA Y BLOGGER copia

El embarazo, una etapa de cambio…

El embarazo, una etapa de cambio…

Para  mi, el embarazo fue una etapa de cambio, podríamos decir de «cambio radical». Considero que pasé de ser una mujer a ser una mamá. *** Me di cuenta de que mi manera de entender el mundo cambió, me di cuenta del valor que tienen