Autor: PAULA

EMBARAZO Semanas 5-8

EMBARAZO Semanas 5-8

Bueno en realidad es el primero porque hace una semana que sabes ciertamente que estás en cinta, pero para todo el personal sanitario y para la sociedad es el segundo mes de embarazo. Las semanas 5 y 6 fueron unas semanas preciosas, unas semanas en 

EMBARAZO – SEMANA 5

EMBARAZO – SEMANA 5

No se si está bien dicho «Mi Segunda Maternidad», porqué en realidad estás metida ya en ello, pero lo llamaré así. Cómo bien sabes, alrededor de la semana 5, si tu menstruación es regular es posible que notes su ausencia y a partir de ahí 

Dónde caben 3… ¡¡¡Caben 4!!!

Dónde caben 3… ¡¡¡Caben 4!!!

 ····{ Dónde caben 3… ¡¡¡Caben 4!!! }····

Sí, hoy la historia que vengo a contaros es mía,

es nuestra, de mi familia, de mi chico (aun me suena fuerte decir.. mi marido.. jiji) y de mi pequeña…

***

Hace ya un año y un poquito más que vengo relatando vuestras historias,

vuestras ilusiones, enseñando vuestros momentos de amor, de alegría, de familia…

Y por fin podemos decir en voz alta que…

 ¡¡¡Estamos esperando el cuarto miembro de la familia!!!

Una personita muuuy especial, súper deseada, que hará de Martina hermana mayor (y lo pequeña que la veo.. aun llamándola bebé cada día..), uno más entre nosotros, uno más a quien cuidar y darle todo nuestro amor y cariño, a quién enseñarle a amar y respetar…

Pero sobretodo, sobretodo, sobretodo… Empecemos desde el principio.

Ahora nos toca cuidarnos, mimarnos…

¡¡Es decir, cuidarme y mimarme!!

Pensar en nosotros y hacer éste camino juntos,

pensar y prepararnos para el día del parto y lo especial que va a ser…

***

Ésta fotografía fue tomada a los pocos días de saber que ¡estábamos embarazados! (En Petersfield, UK)

***

Deciros, que no quiero hacer éste camino sola.

¡Lo quiero hacer con vosotros!

Un camino muy especial, súper emotivo y muy muy muy largoooo aun…

¡¡¡De momento andamos por la semana 12!!!

Así que queda un gran recorrido que hacer, mil dudas que me surgirán de nuevo, y espero poder ayudaros (a las que vayáis por el mismo camino podemos ir de la mano), y seguro que necesitaré vuestra ayuda y consejos…

¡Empezamos, pues, un nuevo proyecto juntos!

····{ MI SEGUNDA MATERNIDAD }····

Deseo y pido que todo nos vaya bien, que éste camino llegue a buen puerto y

espero ser fuerte, más fuerte aun que en el anterior, y hacer cada día las cosas mejor.

¡¡Porque ser madre es un camino del que se aprende cada día!! Y del que una rectifica y vuelve a intentarlo.

Finalmente darle las gracias a mi chico, por quererme tanto y

sobretodo por querer compartir conmigo esta maravillosa experiencia, éste camino…

Sin ti nada sería posible.

Paula

Las primeras 12 semanas con Martina

Las primeras 12 semanas con Martina

La verdad es que desde que volvimos del Hospital de Terrassa por segunda vez… hasta que Martina tuvo unos 3-4 meses lo recuerdo todo un poco borroso, intenso, increíble, alucinante, una sensación plena, acontecimientos en cadena, un no parar, un amor incondiconal, pediatras, un cuerpo 

Hogar, dulce hogar… ¡¡¡Por fin solos en casa!!!

Hogar, dulce hogar… ¡¡¡Por fin solos en casa!!!

Salimos del hospital y llegamos al coche. Qué novatos madre mía… La sillita de Martina, aquella tan guay que nos habían vendido, aquella de Grupo O-1, aquella que podías usar desde el primer día… Una Bebé Confort Opal: Qué decepción, tal cual pusimos a Martina 

¡Martina entre mis brazos!

¡Martina entre mis brazos!

Subimos a la planta de maternidad, a nuestra habitación.

Nada más salir del ascensor allí estaban mis suegros, estuvieron toooooooda la noche esperando la llegada de su segunda nieta, la primera por parte de su hijo, no podían dormir… ¡Así que decidieron esperar allí mismo!

Yo recuerdo estar muy cansada, mucho. Pero no podía parar de mirarla.

Vieron a Martina y nos dieron la enhorabuena, y seguidamente se fueron a descansar. Nosotros también, después de tantas horas… Nos dormimos un rato.

La enfermera vino en una horita, a ver como íbamos Martina y yo con el pecho. Me corrigió la postura y me dio un par de consejos.

 Llegaron mis padres, bien guapos. Mi madre vio a Martina y sonrió, la acarició y luego vino directamente a mi y muy preocupada me preguntó… ¿Y tú? ¿Tú cómo estás? A la niña ya la veo que está bien.

Dejé que mi madre me cuidara y se preocupara por mi, me ayudó a ducharme y a cambiarme. Entre los puntos, la cuarentena, una barriga grande y flácida, ya sin bebé dentro… Parecía que estaba embarazada aun… Que sensación… Unos pechos inmensos… Unos pelos de loca… Y un olor corporal… después de haber estado más de 24 horas para traer al mundo a mi hija, a mi bebé, a ese trocito de mi y de su padre…  ¡A la que hoy es la alegría de la casa!

Intenté descansar un rato y Pere también. Ese día, 11 septiembre es la Diada de Catalunya y es festivo, así que esa tarde iba a ser completita… Y efectivamente, a media tarde… ¡Empezó a  llenarse la habitación que daba gusto!

Amigos, tíos, primos… ¡Todos allí!

Yo estaba eufórica, hablando con todos, arriba y abajo… ¿Y martina?

 

 

  

Martina durmió tooooooooooooooda la tarde, no abrió ojo. Pueden dar fe todos los que vinieron ese día. Nada de nada. La teníamos en la cunita, a modo de expositor. Iban pasando todos a verla…

Aun recuerdo a mi madrina Yosa, que me riñó… «Deberías estar en la cama, descansando. Acabas de tener un bebé.» Y en realidad, ahora que lo pienso… Sí, así debería haberlo hecho.

Debería haber estado en cama, con mi hija, haciendo piel con piel y dándole el pecho. Tenía toda la razón.

Pero el pudor (que aun me quedaba un poco, después de 10 meses enseñándolo todo a ginecólogos, comadronas…) me la jugó, me daba cosa estirarme en la cama y ponerme a la niña… y sacar el pecho… Lo pensé y no lo hice. Y me arrepiento, muchísimo.

En realidad lo que debería haber hecho ese día es no dejar que vinieran visitas y estar con mi hija. Todo el día. Ella y yo. Yo y ella. Pero… Es lo que siempre se ha hecho, ¿no? ¡De hecho yo estaba en mi salsa! Pero visto desde fuera, con perspectiva y con el tiempo… Debería haber sido distinto, más intimo y más tranquilo. Seguir mi instinto. Y ofrecerle el pecho una y otra vez… Y no fue así. Con tanta visita me corté.

¿Cómo puede ser que estés 10 meses esperando a tu pequeño y luego te de corte hacer de mamá?

¿Cómo puede ser que después de dar a luz, después de estar 24 horas, se llene la habitación de ésta manera?

¿Realmente es cómo tendría que ser? ¿Visitas a cualquier hora y casi eternas?

Ahora mismo, tengo tantas preguntas pululando por mi mente…

No es que en ese momento no las tuviera, ni que no lo hubiera pensado. Pero cuando nace un bebé, todo empieza a suceder en cadena… No tienes ni un minuto para pensar. Lo que te dicen va a misa y más si eres primeriza. No tienes ni idea de nada y te fías de todos. Sin tener tiempo a pensar, casi ni a respirar, entran enfermeras, padres, madres, tíos, primos, amigos, vecinos, enfermeras otra vez… Van y vienen… (y así las siguientes semanas, sino meses…)

¿Y tú?

¿Nadie se ha parado a pensar que estás recién parida?

No se quién se inventó o quien puso de moda el ir a visitar al bebé y a los papás en el mismo hospital, pero de verdad que no es lo mejor. Yo lo recuerdo como una olla a presión. Historias, regalos, abrazos a mansalva… (bonito era, pero yo debería haber estado con mi bebé).

¿Y Yo y mi marido?

Después de más de 24h de parto… Habiendo descansado (no dormido) 2h al llegar a la habitación…

Entonces, ¿Era realmente eso lo que yo deseaba? Es más… ¿Era realmente lo que yo necesitaba?

La respuesta es NO para ambas preguntas.

Pareceré tajante y antipática, y me da igual, porque tener un bebé no es un camino de rosas, no te voy a mentir. Es así, una mujer recién parida no está para estos trotes, no es eso lo que busca ni lo que necesita.  Lo que realmente quiere y anhela es estar con su bebé, en la intimidad, con su pareja. Estar tranquilamente iniciándose en la lactancia (si así lo desea), oler a su bebé, mirarlo, acariciarlo, tenerlo en brazos, en el pecho… E intentar conocer a ese pequeñín que has traído a este mundo. Nada más. Lo que desea es estar como en casa o mejor dicho: En casa.

Se hicieron las 8 de la noche cuando los últimos se iban…

Por fin llegaron mis cuñados, con Lucía (mi súper sobrina, que tiene un año y dos meses más que Martina). Madre mía… Vi aparecer a mi pequeña morena por la puerta y me quedé de piedra. De golpe y porrazo la veía enorme, la veía mayor. Ese bebito que había tenido en brazos todos esos meses, practicando como tía y mamá, y que apenas hacía dos días que andaba sola… ¡¡¡Era casi una señorita al lado de mi retoñito!!!  Esto me sorprendió muchísimo… Me partió el alma. Para mi era la pequeña de la casa, la niñita de mis ojos y que mayor la hice en un día, en 24h. No volvería a verla nunca más tan pequeña…

Eso sí, mis cuñados llegaron con un bocata de jamón ibérico del Viena. Después de tantos meses…

¡Se lo curraron un montón!

Eso me sentó a gloria, a… ¡¡¡GLORIAAAAA!!!

Y nada… después de cenar…

Ya que Martina seguía durmiendo… Nos pusimos los pijamas, preparamos el plegatín para mi chico y cerramos las luces. Estábamos rendidos. No podíamos más. Por fin a dormir con tranquilidad, a descansar, a pensar en todo lo sucedido, en todos los acontecimientos. Ya éramos papás. Qué FUERTE.

***

Y dormimos hasta el día siguiente…

***

¡¡¡Mentiraaaaaaaaaa!!!

Martina empezó a llorar como una condenada en cuanto cerramos las luces… Madre mía… ¿Dónde estaba mi ángel? Toda la tarde durmiendo, tranquila, como una muñequita… ¿Y ahora? ¿Qué me había perdido?

Bien, ese fue nuestro gran inicio cómo padres. Esa noche no dormí, entre que ella hacía ruiditos y lloraba de vez en cuando, estando a mi lado, aun durmiendo conmigo. La enfermera entraba cada 3h para cambiármela de pecho. Fue una noche muy larga. Mucho.

Al día siguiente estaba rendida no, lo siguiente. Y mi chico igual.

¿Iba a ser ese día igual que el anterior?

Efectivamente señores y señoras.

Mil visitas más.

Entre ellas las enfermeras, lidiando con mis tetas y la boca de Martina. Algo no encajaba. Una decía que si la posición no era buena, otra que mis pezones eran planos, otra que probara con pezoneras, otra que sin pezoneras y estirada, otra que si sentada, que si la posición de rugby era la mejor… ¡Qué agobio, por Dios!

Con todo esto, no había tenido aun la subida de la leche… Y tenía que cambiarme la compresa (si se puede llamar así a un pedazo de algodón extragrueso…) cada hora… porque eso era una fuente. ¿Hasta cuando iba a durar eso? Con los cuatro puntos. Solamente cuatro… pero que escozor… eso dolía. DOLÍAAAAA.

Pero por suerte al día siguiente, jueves 13… ¡Nos íbamos a casa!

El día fue como el anterior y la noche más de lo mismo. Intensa.

Al día siguiente vino a verme Sandra.

Sandra es una mami-amiga que nos conocimos por unos amigos y nuestras niñas se llevan un mes y medio, ¡y casualmente vivimos en la misma calle! Pasamos nuestros embarazos juntas y compartíamos dudas, información…

Sandra sabía todo sobre mi y mi embarazo, igual que yo de ella. Esa mañana le expliqué lo mal que llevaba la lactancia, que tenía problemas, que Martina no se agarraba bien, que con las pezoneras un poco mejor pero que eso era un CAOS. Y que cada enfermera te daba su opinión y solución. Pero nada funcionaba.

Me sentí arropada por ella, ella era una de esas visitas deseadas. Un apoyo emocional, una fuente de ánimos, mimos, risas, una confidente. Una confidente a quien explicar como realmente me sentía.

En realidad, estaba preocupada. Muy preocupada.

Recuerdo tener todas las maletitas hechas para irnos a casa y Martina durmiendo en la cunita. Y mirármela llorando. Me sentía enfadada, decepcionada, temblorosa… Cinco minutos antes había entrado la enfermera para darme los informes de Martina y había algo que no iba bien. Nada bien.

Y yo seguía mirando a mi muñequita, tan bonita y perfecta. Y llorando.

Esperando a mi marido a que viniera a buscarnos…

¿Cómo podía ser que algo fuera mal?

Estaba muy asustada.

Al menos ese día llegaba mi gran compañera, confidente y amiga.

Mi hermana.

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{ Nos vemos en el siguiente POST }

Paula

¿Cómo fueron vuestros primeros días de hospital?

¿Igual de duros?

¿Cómo llevasteis la lactancia?

 { ¿Te has perdido el POST anterior? }

Benvinguda Martina – 11 de setembre de 2012 – Bienvenida Martina – El parto.

Benvinguda Martina – 11 de setembre de 2012 – Bienvenida Martina – El parto.

Lunes 10 de septiembre. 5.30h de la madrugada… Abro los ojos. Algo me ha despertado. Unos segundos más tarde siento como si me hiciera pis encima… *** ¡¡¡Evidentemente rompí aguas!!! Pegué un salto de la cama al baño, ¡¡¡allí estaba el tapón mucoso!!! Estaba con 

Últimos días de embarazo… ¡¡¡Esperando la llegada de Martina!!!

Últimos días de embarazo… ¡¡¡Esperando la llegada de Martina!!!

Las dos últimas semanas de agosto fueron eternas… Las ganas de tenerla en brazos, la estrictísima dieta por la diabetes gestacional, las idas y venidas del hospital a ver a las doctoras, comadronas, ginecólogos… El calor… Las horas y los días ya pasaban lentos… El 

¿Ginecólogo o Comadrona?

¿Ginecólogo o Comadrona?

Me encontré en la cuenta atrás…

Semana 27.

¡¡¡Mis amigas me regalaron una ECOGRAFÍA 4D para mi cumple!!!

Y fui a hacérmela… Esperamos un buen rato, pues el ginecólogo estaba asistiendo un parto. Pero cuando llegó nos hizo pasar, tumbarme, me puso ese gel helado en la barrigota… Y… ¡¡¡Volià…!!!! Allí estaba mi pequeña… Qué bonita… Qué impresión… Qué detalle… ¡¡¡Qué PASADAAAAA!!! Martina estaba allí dentro, la mar de contenta. Nos dejó verle la carita, las manitas, los pies…

Una sensación inolvidable. Y después nos grabó un DVD con todo lo que habíamos visto y nos lo entregaron antes de irnos.Sin duda un gran regalo. Pues yo me lo estuve pensando y no acababa de decidirme… ¡¡¡Y realmente valió la pena!!!

Semana 28-29. A principios de Julio. Por parir en septiembre.

Con un ginecólogo que consideraba que «EL PARTO NATURAL SOLAMENTE SE ESTILABA EN LA SELVA»

Y que a falta de una visita… Me soltó un…  «Ya nos veremos el 3 de septiembre, que yo en agosto estoy fuera. Si te adelantas ya me llamarán. Y si no estoy… te asistirá el parto otr@ ginecólog@». Con eso se quedó más ancho que estrecho. Eso sí. Me alargó la mano para darme un papelito con el teléfono del Hospital. Qué atento. Y yo le solté un muy contenido «Gracias», mientras lo miraba estupefacta a los ojos.

Un grupo de Yoga que no paraba de hablar de que hoy en día «Regalaban las cesáreas«, de que una de ellas tuvo el primero en el Hospital General de Catalunya, y dilató en bañera (por alguna razón médica que no recuerdo no podían ponerle epidural) y estaba encantada, y el segundo iba a ser igual… Me informé y yo no podía tenerla en ese hospital, pues por mi seguro médico solamente podía parir en el Hospital de Barcelona. Seguro que había una salida…

La profe de Yoga (que no había sido madre aun) nos decía una y otra vez que nos pensáramos muchísimo que tipo de parto queríamos, dónde lo queríamos, y que alargáramos la dilatación en casa… Nos dio muchísima información. Y se lo agradezco.

¡¡¡A mi se me ponían los pelos de punta!!!

***

Semana 30-31. Mediados de julio.

Fue entonces que decidí intentar cambiar mi suerte.

Me fui al CAP (Centro de Atención Primaria) que me tocaba, en mi caso el CAP Sant Llàtzer de Terrassa. No había ido nunca. Pues siempre había tenido seguro médico y por lo tanto siempre había sido visitada por el privado.

Fui a pedir hora, tuvieron que abrirme ficha… Les comenté que estaba embarazada de unas 30 semanas y que quería visitarme con un/a ginecólog@, me preguntó que cómo era que venía de nuevo con una gestación tan avanzada y le expliqué mi caso. Me dieron cita para el día siguiente con la comadrona.

Llegué al CAP y me sorprendí, esperé 5 minutos y ya nos tocó entrar.  Sandra abrió la puerta y con una gran sonrisa me invitó a entrar (respiré hondo…). Empezó a preguntarme por el embarazo, los análisis, el peso… Qué paz y tranquilidad se respiraba. Qué atenta estaba y sobretodo que «HUMANIDAD» en el trato…

Le pregunté por el Parto Natural… ¡¡¡Y ni se llevó las manos a la cabeza!!!

Aixxxxxxxxxxx…….. Empezábamos bien… Me relajé… ¡¡¡Y se lo solté todo!!!

Le pregunté si sabía de algún sitio en Terrassa donde hicieran cursos de Pre-Parto, y mi sorpresa fue que los hacían allí mismo, y me apuntó en ese mismo instante. Empezaría la semana siguiente. Yo estaba eufórica, quería gritar, levantarme, abrazarla como pudiera… Pero bueno, con el corazón en la boca, me giré hacia mi marido y le dediqué una sonrisa de agradecimiento. Un…

«Gracias por creer en mi. Por creer que no estoy loca por querer informarme y cambiarme de ginecólogo a un mes y medio de parir. Gracias por acompañarme siempre a las visitas, por estar a mi lado. Gracias por tragarte toooodas las historias de embarazadas, de partos, de ceráreas, de partos naturales… Gracias por estar conmigo ayer, hoy y mañana.»

Y me devolvió la sonrisa, con eso me lo dijo todo.

Sandra se estaba mirando los análisis que le llevé… Y me comentó que el Test O’Sullivan me dio alterado… Me preguntó que si mi médico iba a hacerme más análisis… Y le comenté que él pensó que no estaba tan mal y se despidió de mi hasta septiembre… Así que creía que no.

Así que ella dijo que si quería llevar el parto en el Hospital de Terrassa, tenía que hacerme la curva de la glucosa otra vez. Eso y algun análisis más.

Semanas 32-33. finales de Julio.

¡¡¡Lo mejor de esas semanas fueron las clases de Pre-Parto!!!

Disfruté un montón, nos explicamos los embarazos, resolvimos un montón y medio de dudas, las que repetían embarazo nos explicaron el primero y el parto. Dónde los tuvieron y cómo. Éramos un montón de mamás y papás, almenos 15-18 mamás y… ¡¡¡cada una con su pareja!!!

Conocí a varias comadronas, en especial a Blanca, una comadrona joven, morena, fresca… Se explicaba súper bien y era muy cercana. Creo que ahora está en Manresa… O eso he oído…

¡¡¡Gracias Blanca!!!

(En breve sabréis porqué…)

Fue genial, allí nos conocimos Gemma y yo. Nos caímos genial desde el principio y nuestros maridos también. Luego resultó que parimos en el mismo hospital con horas de diferencia… Y luego eso nos unió mucho más.

Recuerdo que nos reíamos un montón. Hicimos clases para aprender a respirar y relajarnos en el parto. Varios consejos para nuestros maridos, a parte de paciencia… jijiji

Nos pusieron vídeos de partos normales, naturales y cesáreas.

Vídeos de cómo funcionaba un parto y sus fases.

Clases para animarnos a la lactancia materna (cosa que a mi me horripilaba al inicio de mi embarazo… lo reconozco)

No recuerdo 100% todas las clases, pero realmente vale la pena. Te sientes acompañada. Comprendida. Y te lo pasas genial.

¡¡¡Os animo 500% a ir a vuestro CAP y apuntaros!!!

Semana 34. Primera de agosto.

Después de realizar la «dieta explosiva», otra vez, para realizar la prueba de la glucosa… Me fui al Hospital de Terrassa y me estuve 3 horas con la glucosa. 3 malditos pinchazos más. Qué horror. Pero si no podía ver en la tele como pinchaban a otra persona… y llevaba todo el embarazo así… como un colador tenía el brazo. Con esas finitas venas que se esconden cuando ven una aguja. Qué odisea… Madre Mía.

Pues por mi suerte y alegría… ¡¡¡El primer pinchazo valió!!! Y lo mismo pasó con los dos siguientes. Aixxx…

Semana 35. Segunda de agosto. 

Fui a ver a Sandra, tenía malas noticias. El segundo test de la glucosa salió alteradísimooooooooo. Definitivamente tenía DIABETES GESTACIONAL (qué vértigo pensar que mi ginecólogo me había dado campo libre todo el agosto…). Me dieron hora al día siguiente con la unidad de Diabetes del Hospital de Terrassa. Y las dos doctoras nos explicaron de que iba la cosa, a mi y a dos embarazadas que estaban en mi misma situación.

Nada. Más dieta (si cabía). Y control del azúcar al menos 3 veces al día. Cada semana deberíamos enviarles por e-mail los resultados que nos iban saliendo. Y nos íbamos a ver en un par de semanas si todo iba bien.

Toooooodo un agosto de ir y venir… De playa y hospitales… Una y otra vez…

Semana 36. Mediados de agosto.

Recuerdo estar de vacaciones en Torredembarra. Hecha una pelota. Con un calor increíble. Medio día encerrada en casa, ya que allí había aireeeeeeeeeeeeeeeeeee frescooooooooooooooooo!!!!

A primera hora de la mañana de 9-10’30h, mi marido y yo, nos íbamos a la playa de Altafulla, estaba vacía, tranquila, sin calor… Hacíamos un paseo tocando el agua hasta el castillo… y volvíamos… Recuerdo tener que parar al menos 6-7 veces porque no podía más. La gente me miraba… Y las mujeres asentían… Sabiendo perfectamente por lo que estaba pasando… Detrás de ese barrigón estaba yo… Parecía que llevaba gemelos… o trillizos… no exagero. Es cierto.

(Os aseguro que la de la foto no soy yo… ya me hubiera gustado…)

Ya desde mayo-junio me preguntaban cuanto me faltaba y me auguraban una «horita corta»…

Y aun me faltaban 3 meses por parir…

Semana 37. Tercera de agosto.

Pedí hora para visitar los paritorios del Hospital de Barcelona y del Hospital de Terrassa. El mismo día. Uno a mediodía y el otro por la tarde. Aprovechando el viaje a Barcelona desde la playa…

Entré en el Hospital de Barcelona, subimos a la planta y nos atendió una enfermera. Empecé preguntándole por un parto natural… Y me comentó que podrían intentarlo. Me enseñó las habitaciones de dilatación. Le pregunté por pelotas de dilatación, bañera o ducha… Y me dijo tajantemente que allí no había nada de eso. Y que la dilatación tenía que hacerla en cama. Ok. Asentí. Nos pegó un rollo que ni recuerdo, pues ya me había respuesto lo que pensaba. Nos enseñó los quirófanos desde la puerta. Nos indicó dónde estaba la Nursery (lugar dónde no iba a dejar entrar a mi hija ni un minuto). Finalmente acorté la visita y nos fuimos. Y le solté a mi marido…

«No se cómo es el otro hospital, pero mi hija aquí no va a nacer.»

Por la tarde fuimos al Hospital de Terrassa (No la Mutua de Terrassa).

Una comadrona, ya mayor, bueno… mayor que Sandra (que es treintañera… creo recordar…) jijiji Nos atendió muy amablemente, me dio la mano y me enseñó varias salas de dilatación. Me explicó que teníamos total libertad de movimiento, pelotas de dilatación a nuestra disponibilidad, música relajante, luz indirecta, ducha para dilatar… Que no se sabía quién de ellas iba a atender el parto, porque iban rotando… Pero si todas eran como ella, Sandra o Blanca… Lo dejaba en sus manos sin dudarlo un segundo.

Recuerdo estar como flotando… Lo tenía al lado de casa… Y no lo sabía…

Me comentó que el día D podíamos venir con nuestro «Plan de Parto» bajo el brazo e intentarían cumplirlo.

Eso fue un REGALO.

 ¡¡¡HABÍA ENCONTRADO EL HOSPITAL DONDE TENER A MI HIJA!!!

Ya quedaba poquito… pero lo había conseguido…

Estaba satisfecha por mi tozudez.

Ahora solo faltaba esperar que Martina llegara…

Y lo necesitaba… Después de un montón de kilos encima y 3 números más de zapato…

¡¡¡Por fin ya se acercaba!!!

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{ Nos vemos en el siguiente POST }

Paula

¿Tuvisteis Diabetes Gestacional?

¿Cambiasteis de ginecólog@ en el último momento?

¡¡¡Explicadme como fueron las últimas semanas!!!

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MI MAMA ES FOTOGRAFA Y BLOGGER copia

¡¡¡último trimestre del embarazo!!!

¡¡¡último trimestre del embarazo!!!

El último trimestre fue increíble… Repleto de cosas buenas y no tan buenas… Por una parte la impaciencia por que llegara el día, por otra parte el vértigo de que llegara… *** La habitación de Martina… Preparar todo para su llegada…  A finales de junio